Un hombre que fue dado por muerto por tres médicos diferentes, pero que durante la autopsia descubrieron que estaba vivo, sigue a la espera que la justicia española se pronuncie respecto de su demanda por indemnización de 50 mil euros por daños morales.
Gonzalo Montoya Jiménez es el nombre del sujeto que en 2018, estando preso en el Centro Penitenciario de Asturias, fue encontrado inconsciente y sin signos vitales en el interior de su celda.
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Como relata el diario argentino La Nación, su caso tomó nuevamente relevancia en las redes sociales gracias a la particularidad del hecho y lo que en años posteriores ha sufrido Montoya, quien tras salir en libertad hace tres años, luego de cumplir su condena, volvió a la cárcel luego de ser detenido en 2019 por robar un taller mecánico.
Montoya, cuenta el medio transandino, fue “declarado muerto por error y sacado de la cárcel en una bolsa para cadáveres con el objetivo de realizarle una autopsia y a su familia se le informó del deceso como parte del procedimiento que se lleva adelante cuando muere un preso”.
No fue sino en el recinto tanatológico donde un patólogo escuchó “ruidos raros que provenían del recluso” y justo en el momento en que iban a abrirlo para realizar la autopsia es que Montoya comenzó a jadear, alertando al médico de su estado vital.
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Familiares del hombre contaron lo que fue para el hombre dicho momento, el que justifican debido a que sufre de epilepsia y en varias ocasiones intentó suicidarse por los estados depresivos que sufrió estando preso.
“Lo primero que recuerda es que estaba dentro de una bolsa negra. Como no podía hablar, empezó como a hacer rugidos. Entonces, un médico abrió la bolsa cuando lo tenían ya para hacerle una autopsia, y se asustó mucho. Mi marido se puso a chillar y a sacar los brazos fuera de la bolsa y luego comenzaron a ponerle aparatos y medicamentos para recuperarlo”, señaló Catia Tarancón, esposa de Montoya.
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Por su parte, voceros del Servicio Penitenciario español explicaron que en el caso de Montoya fueron “dos médicos de la prisión quienes concluyeron que tenía signos clínicos de muerte después de pasar lista por la mañana e informaron a la policía, a sus familiares más cercanos y a un tribunal de guardia local como parte del procedimiento estándar. El tribunal envió a un médico forense que fue quien realmente confirmó su muerte. Tres médicos han visto signos clínicos de muerte, por lo que no está claro exactamente por qué ocurrió”.
En la actualidad, como informaron medios locales, Montoya se mantiene a la espera que la justicia se pronuncie a su favor en la demanda de 50 mil euros presentada en Oviedo contra de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias por los daños morales y los perjuicios causados, tanto física como psíquicamente, a él y a su familia, luego de los innumerables rechazos de la justicia española a acoger su acusación.