El líder opositor Juan Guaidó denunció el lunes que supuestos miembros de los cuerpos de seguridad de Venezuela interceptaron su vehículo y amenazarlo con arrestarlo.
“El amedrentamiento nunca nos ha detenido”, dijo Guaidó a la prensa en declaraciones ofrecidas en el sótano de su residencia en Caracas.
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“Nos persiguieron, nos apuntaron con armas largas” y luego de rodear el vehículo en el que se desplazaba lo amenazaron para que abrieran las puertas y se entregaran, pero en medio de las protestas de los vecinos los hombres armados se retiraron.
De no ser por la acción de los vecinos todavía “estuvieran allí hostigando”, acotó el dirigente opositor, quien además denunció que una situación similar vivió el exdiputado Freddy Guevara, quien en septiembre del año pasado abandonó la residencia del embajador de Chile en Caracas, donde estuvo refugiado desde 2017, tras recibir un indulto presidencial junto a un centenar de opositores.
Guaidó, quien junto a Guevara milita en el partido opositor Voluntad Popular, indicó que desconoce el paradero del exdiputado.
Desde su liberación Guevara ha dicho que aunque podrían detenerlo por “cualquier excusa” decidió salir de la sede diplomática porque teme que Venezuela “se quede condenada a esto y no tenga nadie que levante la voz contra el gobierno”.
Las autoridades judiciales venezolanas le abrieron un proceso a Guevara luego de las violentas protestas de 2017 que encabezó junto a decenas de otros legisladores opositores.
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Sobre los supuestos agentes que interceptaron su vehículo Guaidó dijo que “no tenían ninguna identificación” ni mostraron una orden judicial que avalase su proceder.
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“Simplemente fue un acto de hostigamiento, de agresión. Esto es bastante irregular, ingresaron al lugar donde vivo con mi familia, con mis hijas”, insistió.
El incidente se produjo días después de que el gobierno del presidente Nicolás Maduro acusara a Guaidó y sus aliados de tener vínculos con una de las mayores bandas delictivas de Venezuela, que fue desarticulada la semana pasada tras el despliegue de miles de funcionarios de seguridad en varias de las más peligrosas barriadas de Caracas.
Luego de 70 horas de sangrientos enfrentamientos entre los delincuentes y una fuerza combinada de 2.400 funcionarios de varios cuerpos de seguridad, fallecieron 22 personas descritas por las autoridades como “criminales”, además de tres policías y un sargento de la Guardia Nacional.
Maduro, entre otros voceros de su administración, sostienen que las acciones recientes de bandas criminales serían parte de un complot para desestabilizar al gobierno y que los delincuentes tendrían vínculos con algunos líderes de la oposición local encabezados por Guaidó y apoyados por los gobiernos de Bogotá y Washington.
Los adversarios de Maduro han rechazado las acusaciones.