Después de meses de restricciones debido al COVID-19, los italianos pudieron volver a comer y beber en el interior de restaurantes, cafeterías y bares por primera vez el martes, incluyendo el ritual matutino de tomar un expreso o un capuchino.
Hasta el lunes, los negocios tenían que ofrecer servicio al aire libre o para llevar, advirtiendo a los clientes que se alejaran antes de tomar un sorbo, pues eso violaba las restricciones por el coronavirus.
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Un residente de Roma, Paolo Leoni, disfrutaba un expreso el martes en el Café Toraldo del centro de la capital italiana. “Un café nos da la sensación de volver a vivir con serenidad”, afirmó.
“Me da una gran satisfacción” ver que la cafetería se llena de nuevo después de cuatro meses, dijo el dueño, Alessandro Rappini.
Italia comenzó a reducir las restricciones pandémicas en abril, luego de que el número de casos nuevos disminuía de forma constante. Hasta la fecha, casi 35 millones de personas en el país de 60 millones de residentes han recibido al menos una inyección de las vacunas contra el COVID-19.