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Dependiente de fondos federales el presupuesto inicial que aprobó el Negociado de Energía para Luma

Para el año fiscal 2024, más de la mitad de los gastos de Luma Energy se financiarán con fondos federales

Al dar su aprobación a los parámetros presupuestarios para la operación de Luma Energy en sus primeros tres años fiscales, el Negociado de Energía (NEPR) los condicionó a que el consorcio presente informes continuos sobre diversas áreas, incluyendo el uso de fondos federales y las eficiencias que se logren generar en la operación de la red eléctrica.

En una resolución y orden que emitió anoche, poco antes de que Luma se hiciera cargo del sistema de transmisión y distribución, el NEPR aprobó un presupuesto que, para el año fiscal que comienza el 1 de julio, asciende a $1,833 millones. Para los periodos fiscales subsiguientes, el presupuesto consolidado bajo el que operará Luma Energy asciende a $2,164 millones y $2,258 millones, respectivamente.

Gran parte del presupuesto en cada uno de los tres años provendrá de fondos federales que se destinarán para gasto de mejoras capitales, que ascenderán a $650 millones (35% del presupuesto) $1,050 millones (49%) y $1,205 millones (53%) en ese periodo.

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A finales del año pasado, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias anunció una asignación de $10,500 millones para la modernización de la red eléctrica. Además, Puerto Rico tendrá disponibles unos $1,900 millones que se asignaron para la red eléctrica luego del huracán María, como parte del programa de subvención en bloque para desarrollo comunitario tras desastres (CDBG-DR).

En la resolución y orden, el NEPR puntualizó que, de momento, se contempla que las tarifas permanezcan estables por los próximos tres años, aunque Luma tendrá la potestad de solicitar revisión al ente regulador si así lo considera necesario.

El comisionado asociado Ángel Rivera de la Cruz hizo constar su objeción al proceso que llevó a cabo el NEPR para aprobar el presupuesto de gastos de Luma Energy, al sostener que hubiera favorecido un “procedimiento adjudicativo” de la petición de la compañía.

“Debido a las brechas en la información y documentos de apoyo provistas por Luma, un análisis más profundo de los costos presentados en los Presupuestos Iniciales es requerido para garantizar que sean razonables y en el mejor interés público”, sostuvo el comisionado.

Mínimo el gasto en emergencias

Relativo a la magnitud del presupuesto consolidado, el gasto aprobado por el NEPR destinado a la preparación para emergencias, como huracanes, es mínimo. En el año fiscal 2022, Luma utilizaría $1.8 millones para preparación, cantidad que disminuiría a $1.2 millones y $900,000 en los dos años subsiguientes. Sin embargo, la resolución y orden recuerda que el acuerdo de operación y mantenimiento estipula que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) debe mantener una cuenta de reserva de $30 millones para responder a emergencias, que será refinanciada cada vez que Luma Energy deba recurrir a ella.

El presupuesto, por otro lado, sí contempla inversiones más sustanciales en el renglón de “confiabilidad y resiliencia” del sistema eléctrico. Específicamente, Luma Energy destinaría $237 millones en el primer año, $352 millones en el segundo y $518 millones en el tercero –mayormente de partidas federales– para mejoras capitales a los “alimentadores de distribución”. Asimismo, se utilizarían $115 millones, $108 millones y $107 millones en esos años para mejoras a las subestaciones eléctricas.

En el ámbito de manejo de la vegetación, uno de los elementos a los que se le atribuye parte de la ineficiencia de la red, Luma propuso –y el NEPR avaló– gastos de entre $51.3 millones y $52.3 millones en cada uno de los tres años que abarca el presupuesto inicial.

La resolución y orden del NEPR, en tanto, no contempla aportaciones al sistema de pensiones ya que, indica, “las proyecciones de la Junta de Supervisión y Administración Financiera comenzando en el año fiscal 2022 no incluyen gastos dirigidos al servicio de la deuda o deudas de pensiones bajo costos laborales. Luma, como parte de su Petición, no proveyó para (gastos) en deuda de pensiones o el servicio de deuda de la AEE, aunque sí proveyó para gastos por deudas incobrables. La Junta debe, por lo tanto, coordinar el fin (del proceso de) Título III para permitirle a Luma considerar apropiadamente estos gastos”.

Ordena informes periódicos

Una de las áreas que el NEPR mantendrá bajo observación, de acuerdo con la resolución y orden, será el cumplimiento de Luma Energy con los objetivos de generación de energía renovable que fija la Ley 17-2019. Aunque Luma Energy no administrará el sistema de generación, sí tiene a su cargo el cumplimiento y evaluación continua del Plan Integrado de Recursos.

“En su propuesta de Presupuesto Inicial, Luma hace referencia a su consideración por la energía limpia y la modernización de la red en su presupuesto preliminar y a algunos programas que está desarrollando. El NEPR, sin embargo, concluye que programas específicos para la consecución de estos objetivos son escasos. El NEPR está consciente de que el objetivo primario de Luma es remediar y mejorar el sistema eléctrico bajo la meta de un servicio confiable y seguro a tarifas razonables, pero Luma debe trabajar vigorosamente a favor de energía limpia y una red más moderna”, menciona la resolución y orden.

Wayne Stensby, principal oficial ejecutivo de Luma Energy, sostuvo en una rueda de prensa virtual esta mañana que “no comparte” la caracterización que hizo el NEPR con relación al acercamiento del consorcio a la energía renovable.

“Vamos a demostrar con acciones que tomamos con seriedad la promoción de la energía renovable”, expresó el presidente de Luma Energy.

Los objetivos fijados en la Ley 17 incluyen un 20% de generación renovable en 2022, 40% en 2025, 60% en 2040 y 100% en 2050. El contrato de Luma Energy se extiende, al menos, hasta el 2036.

El NEPR ordenó a Luma que a partir de la próxima solicitud de presupuesto presente un informe que delinee “sus políticas relevantes y objetivos sobre energía limpia, así como planes a corto y largo plazo para conseguirlos, y (someter) informes trimestrales de ahí en adelante”.

Otros informes periódicos que requirió el NEPR incluyen los gastos incurridos (trimestrales), el uso de fondos federales (mensuales) y las eficiencias y ahorros (anuales).

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