Funcionarios del estado brasileño de Sao Paulo indicaron el miércoles que intentan convencer a China para que autorice la exportación de la materia prima necesaria para envasar millones de vacunas contra el COVID-19 en medio de una súbita escasez.
La nación sudamericana es altamente dependiente de la vacuna de la farmacéutica Sinovac para su campaña de inoculación, y en las últimas semanas varias ciudades brasileñas han suspendido o aplazado su aplicación debido a la falta de suministros.
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La planta que produce la vacuna a nivel local —en el Instituto Butantan que es operado por el estado de Sao Paulo— disminuyó su ritmo de producción debido a la escasez de la materia prima. Por su parte, el presidente brasileño Jair Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, criticaron este mes a China. El gobernador de Sao Paulo, João Doria —adversario de Bolsonaro—, insinuó que los comentarios de ambos podrían haber incidido en la obstrucción del envío.
Horas después de conversar con el embajador de China en Brasil, Yang Wanming, Doria señaló en conferencia de prensa que Bolsonaro y Guedes deberían disculparse ante la nación asiática por sus recientes comentarios de forma que China pueda reanudar las exportaciones.
“Él me dijo que conversará mañana con el ministerio de Relaciones Exteriores de China para reiterarle la solicitud de que se libere la materia prima que está lista en el laboratorio de Sinovac”, declaró Doria en referencia a Wanming. “Esa materia prima está lista y disponible en contenedores refrigerados, aguardando solamente la autorización del gobierno chino”.
Doria agregó que existía el riesgo de que se suspendieran los esfuerzos de inoculación si no llegan pronto unos 10.000 litros de materia prima retenidos en China y que son suficientes para envasar 18 millones de dosis.
Cuando The Associated Press la contactó, la embajada china en la capital Brasilia no confirmó que haya tenido lugar la llamada con el gobernador Doria.
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Dimas Covas, titular del Instituto Butantan, señaló el miércoles haber conversado con el embajador de Brasil en China, Paulo Mesquita, para pedirle que apremie a Beijing. Señaló que un representante del gobierno estatal de Sao Paulo en Shanghai se trasladó hace una semana a la capital china para intensificar las gestiones.
Bolsonaro dejó entrever el 5 de mayo que China se había beneficiado económicamente durante la pandemia, y se refirió sin presentar pruebas a una teoría de conspiración de que quizá la enfermedad fue creada en un laboratorio.
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