La Organización Mundial de la Salud autorizó el uso de emergencia de una vacuna contra el COVID-19 fabricada por la farmacéutica china Sinopharm.
La decisión fue tomada por un grupo asesor técnico de la OMS y abre la posibilidad de que la vacuna de Sinopharm se incluya en las próximas semanas o meses en el programa COVAX respaldado por la ONU. Eso permitiría que se distribuya a través de la UNICEF y la oficina regional de la OMS para las Américas.
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Sinopharm ha publicado pocos datos, aparte de algunos indicadores de desempeño de dos de sus vacunas: una desarrollada por su Instituto de Productos Biológicos de Beijing y la otra por el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan. La OMS analiza la vacuna de Beijing por su lista de uso de emergencia.
Otro grupo que asesoró a la agencia de la ONU sobre vacunas dijo que estaba “muy seguro” de que la vacuna de Sinopharm protege a las personas de 18 a 59 años, pero que sólo tenía un “bajo nivel de confianza” sobre su eficacia en los mayores de 60 años.