La comisionada residente, Jenniffer González Colón, respaldó el reclamo hecho hoy por la Asociación Internacional de Cruceros, de que se flexibilicen las restricciones y se permita reiniciar de manera segura, las operaciones de la industria de cruceros en Estados Unidos.
La Asociación Internacional de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés) emitió hoy una comunicación donde expresa lo “decepcionantes que son las nuevas restricciones emitidas el 2 de abril por el Centros para el Control de Enfermedades (CDC)”. La organización clasifica las nuevas restricciones onerosas, inviable y contradictorias ya que ese mismo día flexibilizaron las guías de viajes con avión para los vacunados, mientras restringían los cruceros.
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La comisionada coincidió con CLIA en que no flexibilizar las reglas de viajes en crucero, quienes están tomando las medidas de seguridad debidas, priva a miles de trabajadores americanos y pequeños negocios de participar de la recuperación económica y pone trabas a la meta del presidente Biden de alanzar una “nueva normalidad” para el 4 de julio.
En días recientes la comisionada habló con el director ejecutivo de Royal Caribbean, Michael Bayley y con el director ejecutivo de Norwegian Cruise Line Holdings Ltd., Frank J. Del Rio de como la vacunación podría ayudar a abrir la industria de cruceros.
La congresista, miembro del Comité de Transportación e Infraestructura de la Cámara de Representantes, le envío el pasado 25 de marzo una misiva al presidente Joseph Biden en donde abogaba por la pronta apertura de esta industria para revitalizar las economías de turismo y sugería que la CDC trabajara mano a mano con ellos para que los puertos de Estados Unidos abran, como ya han hecho en otras partes en el mundo.
González Colón se reunió recientemente con el director de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, Carlos Mercado, en donde se discutieron las medidas que se están y estarían tomando en la isla para recibir a esta industria y llevó está preocupación al gobernador Pierluisi en su recién reunión en La Fortaleza.
El impacto económico para 2020 de las líneas de cruceros en Puerto Rico fue de una pérdida de ingresos de $119 millones, 348 cambios en destinos de tránsito y llamadas de puerto base; y pérdida de 1 millón de pasajeros.
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