La pandemia de covid suma más de un año y mantiene a todas las sociedades en jaque y bajo un fuerte estrés. En medio de este ambiente de tensión, suelen surgir teoría retorcidas para explicar la realidad o hechos que rayan en lo increíble.
En la localidad de Corquín, Copán, en Honduras, un cura no encontró nada mejor que sacarle la mascarilla una mujer en medio de un acto religioso y llamar a todos sus feligreses a no usar cubrebocas, desafiando los consejos de los expertos… Todo en defensa de “nuestra cultura, nuestra religión”.
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Se trata del párroco de la Iglesia San Juan Bautista de la localidad hondureña, quien en medio de las festividades de Domingo de Ramos, le saca la mascarilla a una mujer y luego llama a todos a sacarse los cubrebocas.
En medio de una agresiva arremetida del covid, el cura califica el uso de las mascarillas como “babosadas” y habla de que todo “es un negocio”.
Se trata de Rolando Peña, de 60 años, quien sin esgrimir ningún argumento científico o médico, arremete contra las mascarillas. “No perdamos nuestra cultura, nuestra religión. Mire, yo miro toda esta babosada, ve…”, aseguró frente a sus seguidores.
Peña luego se colocó de ejemplo, pues no usaba cubrebocas: “Mire yo como ando, ve… Quítesela, vámonos libres, descubrámonos”, aseguró y luego agregó que “la muerte nos va a llegar de cualquier forma. Esta babosada no te va a cuidar de la muerte”.
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Es más, desafío a los feligreses a quien le advirtió que “no me voy de aquí hasta que no se quiten las mascarillas”.
Lo más grave de este hecho es que entre los seguidores había mucha gente de la tercera edad, precisamente la gente más expuesta a esta pandemia y la que requiere mayores cuidados.
Explicaciones
La irresponsable actitud del cura quedó registrada en un video que rápidamente se subió a las redes sociales, donde los usuarios llenaron de críticas al cura.
Tal fue la ola de cuestionamientos por su cuestionable accionar, que Peña salió a pedir disculpas, pero las explicaciones acrecentaron los cuestionamientos al cura.
“Si a alguien le afecté, yo pido perdón, pero es mi manera de ser”, aseguró, pero luego explicó que “tenemos que tener la confianza en Dios. Esta babosada (la mascarilla), yo la uso, pero esto no me va a salvar de un cáncer, de una anemia o de cualquier otra enfermedad. La gente malinterpreta las cosas que yo digo”.
Afortunadamente el obispado de Honduras colocó en su lugar al polémico cura: “Si él no quiere usar la mascarilla, que no la use, pero la gente debe usarla porque hay contagio”, aseguró la Iglesia.
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