Un corrimiento de tierra ha provocado la destrucción parcial de un cementerio situado sobre un acantilado en el norte de Italia y ha arrojado al mar unos 200 ataúdes, según las autoridades locales, que este martes mantenían una operación de rastreo en la zona para tratar de recuperar todos los cadáveres.
El suceso tuvo lugar en la localidad de Camogli, situada en la región de Liguria y a unas decenas de kilómetros de Génova. El movimiento de tierra provocó un derrumbe parcial en la zona que se llevó por delante parte de los nichos, como muestran las imágenes difundidas por los servicios de emergencia.
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El presidente regional, Giovanni Toti, ha dado en Facebook su apoyo a las familias que hayan podido verse afectadas por este incidente y que “están pasando por momentos de comprensible dolor”. Junto a los operativos para asegurar la zona y evitar futuros derrumbes, también se ha reforzado el rastreo en el mar.
El alcalde de Camogli, Francesco Olivari, ha confirmado este martes que la búsqueda de los féretros caídos aún seguía este martes, asumiendo que lo restos humanos podrían estar repartidos tanto en el mar como bajo los cascotes del acantilado, según la agencia de noticias DPA.
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