Un tribunal de Kowloon ha condenado este viernes a seis meses de prisión a Li Wan Keung, un hombre de 63 años que huyó de un hospital cuando se encontraba enfermo de COVID-19.
El juez Tobias Cheng ha condenado la actitud “tremendamente egoísta” del acusado y ha matizado que puso en peligro a la ciudadanía al abandonar el hospital a pesar de estar infectado.
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El acusado ha asegurado que tenía miedo a los pinchazos al tratamiento que podía recibir mientras se encontraba hospitalizado, según informaciones del diario ’South China Morning Post’. Sin embargo, fue hallado dos días después de escapar del centro médico.
Li fue uno de los primeros pacientes en ser puestos bajo cuarentena en una instalación de la bahía de Penny en la isla de Lantau en diciembre de 2020. Li dio positivo cuatro días después y fue trasladado al Hospital Reina Isabel para recibir tratamiento.
No obstante, se ha declarado culpable de exponer a otros a contagiarse y tendrá que pagar, además, una multa de 5.000 dólares hongkoneses (unos 600 euros), según las leyes de la región administrativa especial china.
Li ha reiterado así que huyó porque tenía miedo a las inyecciones. “Una enfermera me dijo que me quedaban todavía cuatro pinchados. Es algo muy doloroso”, ha aseverado.
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