El presidente electo Joe Biden nominará al general de cuatro estrellas retirado Lloyd J. Austin para que sea secretario de Defensa, según cuatro personas al tanto de la decisión. Si el Senado lo confirma, sería el primer líder de raza negra del Pentágono.
Biden eligió a Austin por encima de la favorita, Michele Flournoy, ex alta funcionaria del Pentágono y simpatizante del presidente electo que hubiera sido la primera mujer secretaria de Defensa en la historia del país. Biden también había pensado en Jeh Johnson, exasesor legal general del Pentágono y exsecretario de Seguridad Nacional.
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La inminente nominación de Austin fue confirmada por cuatro personas al tanto de la selección y que hablaron con The Associated Press a condición de guardar el anonimato debido a que no ha habido un anuncio formal.
Como oficial militar de carrera, Austin, de 67 años, posiblemente enfrente oposición de algunos miembros del Congreso y dentro del sistema convencional de defensa, quienes prefieren marcar una línea clara entre el liderazgo civil y militar del Pentágono. A pesar de que muchos exsecretarios de Defensa han servido brevemente en el ejército, sólo dos de ellos — George C. Marshall y James Mattis — han sido oficiales de carrera. Marshall también se desempeñó como secretario de Estado.
Al igual que Mattis, Austin necesitaría obtener una exención del Congreso para desempeñarse como secretario de Defensa. El Congreso tenía en mente el control civil de las fuerzas armadas al momento de crear el cargo de secretario de Defensa en 1947 y prohibió que un oficial recientemente jubilado tomara posesión del cargo.
Una de las personas que confirmó la selección dijo que la nominación de Austin estuvo enfocada en elegir a la mejor persona posible, pero reconoció que hubo presión por nombrar a un candidato afroestadounidense y que el nombre de Austin había ganado fuerza en los últimos días.
Austin se graduó de la Academia Militar de West Point en 1975 y estuvo uniformado durante 41 años.
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Biden conoce a Austin al menos desde la etapa en que el general estuvo al frente de las tropas estadounidenses y de la coalición en Irak mientras Biden era vicepresidente. Austin fue comandante en Bagdad de las Fuerzas Multinacionales en 2008, cuando Barack Obama fue elegido presidente, y volvió para encabezar a las tropas estadounidenses de 2010 a 2011.
En 2012 Austin también fungió como el primer afroestadounidense en ser subjefe del Estado Mayor Conjunto de Ejército, el segundo cargo de mayor rango allí. Un año después fue puesto al frente del Comando Central de Estados Unidos, donde ideó y comenzó a implementar la estrategia militar para repeler al grupo Estado Islámico en Irak y Siria.
Austin se retiró del Ejército en 2016, y necesitaría una exención del Congreso en torno al requerimiento legal que indica que un exmiembro de esa fuerza pase al menos 7 años sin uniforme antes de fungir como secretario de Defensa. La exención sólo se ha otorgado en dos ocasiones previas, la más reciente en el caso de Mattis, el general jubilado de la Infantería de Marina que se desempeñó como el primer jefe del Pentágono en el gobierno del presidente Donald Trump.
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