La ciudad de Madrid se aprestaba a entrar en encierro parcial el viernes por la noche, cumpliendo con una orden del gobierno español pero determinada a pelear en las cortes.
Las medidas que prohíben todos los viajes esenciales desde y hacia la capital y nueve de sus suburbios —cubriendo a unos 4,8 millones de personas— entran en vigencia a las 10 pm (2000 GMT).
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El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, dijo que era una necesidad “crítica” dar los nuevos pasos en el mayor foco de infecciones en Europa, pero las autoridades de Madrid, cuyo gobierno regional es controlado por el derechista Partido Popular, rechazaron la orden, diciendo que crearía caos y dañaría más la economía. Presentaron una apelación ante la Corte Nacional contra las nuevas medidas.
Bajo la nueva orden, los viajeros necesitarán demostrar que van o vienen del trabajo, el médico o realizan gestiones administrativas o legales para poder dejar Madrid o el suburbio donde viven.
Los restaurantes deberán cerrar a las 11 pm y las tiendas a las 10 pm, con restricciones de permitir sólo el 50% de su capacidad.
Medidas similares se aplican ya a más de un millón de residentes y la región ha limitado las reuniones sociales a un máximo de seis personas.
En su apelación, la ciudad de Madrid argumenta que las restricciones violan las reglas de autonomía de la región.
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Madrid encabeza el resurgimiento del virus en España, que tiene el mayor total de casos en Europa: 770.000 desde el inicio de la pandemia.
En las últimas dos semanas, la capital española tenía el jueves una tasa de infección de 695 casos por 100.000 residentes, más del doble del promedio nacional de 274 casos y siete veces el promedio europeo, que era de 94 por cada 100.000 la semana pasada, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Europa.
