Airbnb anunció el viernes que prohibirá los alquileres de una noche en algunas propiedades anunciadas en su página durante el fin de semana de Halloween, como parte de sus esfuerzos enérgicos para impedir que algunos huéspedes organicen en ellas fiestas de Halloween no autorizadas.
La acción se produce casi un año después de un tiroteo letal en un inmueble ofrecido en la página de Airbnb en Orinda, California. Cinco personas murieron a disparos durante una fiesta de Halloween no autorizada.
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Airbnb —una empresa con oficinas centrales en San Francisco y que funge como agente de reservaciones en línea para dueños de viviendas que quieren rentar sus propiedades para ganar algo de dinero extra— dijo que prohibirá los alquileres de una noche de casas enteras en Estados Unidos y Canadá el 30 y 31 de octubre. Los alquileres de una noche reservados anteriormente se cancelarán y Airbnb ofrecerá reembolsos.
La plataforma de hospedaje en casas particulares para renta vacacional dijo que también analizará más de cerca las reservas de dos y tres noches durante el Halloween. A un huésped se le puede negar, por ejemplo, si intenta reservar una casa completa cerca de su propia casa durante ese período y si carece de un historial de críticas positivas en Airbnb.
Airbnb ha tomado una serie de medidas para acabar con las fiestas desde el tiroteo del año pasado. En noviembre de 2019 comenzó a revisar manualmente las reservas en Estados Unidos y Canadá para descartar alquileres sospechosos.
La compañía ha intensificado sus esfuerzos mientras se prepara para una oferta pública inicial de acciones, que podría ocurrir a finales de este año.
En julio, la compañía prohibió a los huéspedes estadounidenses y canadienses menores de 25 años y con menos de tres críticas positivas reservar casas enteras cerca de donde viven. Posteriormente, esa política se expandió a Reino Unido, España y Francia. En agosto, Airbnb prohibió las fiestas en todo el mundo y limitó la ocupación en sus alquileres a 16 personas.
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Airbnb también advirtió a los huéspedes y anfitriones que podría emprender acciones legales contra los infractores. En agosto, por primera vez, inició un proceso legal contra un invitado que organizó una fiesta no autorizada en una casa en Sacramento, California.