Al final de una semana con récord de contagios y fallecidos por coronavirus en Argentina, el presidente Alberto Fernández autorizó el viernes las reuniones sociales al aire libre mientras Buenos Aires reabrirá bares y restaurantes en medio de una cuarentena que lleva cinco meses.
En lo formal, Fernández extendió el aislamiento social, preventivo y obligatorio que inició a fines de marzo hasta el 20 de septiembre para frenar la circulación del coronavirus, que ya causó 8,271 fallecidos y 392,009 contagiados. La semana que termina dejó cifras récord en ambos ítems.
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Sin embargo, Fernández destacó como dato alentador que en Argentina “la cantidad de fallecidos por millón de habitantes (176 hasta 26 de agosto) continúa siendo comparativamente menor a la de otros países, esto es porque hasta ahora no se ha saturado el sistema de salud” durante un mensaje grabado y difundido por redes sociales.
En lo que parece más una medida tendiente a calmar el hastío que la mayoría de la población manifiesta contra la cuarentena, Fernández autorizó los encuentros de hasta diez personas al aire libre, manteniendo la distancia de dos metros y con tapabocas obligatorio.
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La medida regirá en todo el país, pero cada jurisdicción definirá el modo de implementarla. Siguen prohibidas las reuniones de personas en lugares cerrados.
“Es más necesario que nunca la responsabilidad personal, que tiene impacto colectivo para lograr minimizar los riesgos”, advirtió el presidente.
Con el mismo espíritu aperturista, la alcaldía de Buenos Aires permitirá a partir del lunes a restaurantes y bares a atender clientes en mesas y sillas al aire libre. Hasta ahora sólo podían ofrecer servicio a domicilio o comida para llevar.
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También habilitará la construcción para obras mayores a los 5,000 metros cuadrados y/o que se encuentren a menos de 90 días de finalizar.
El alcalde Horacio Rodríguez Larreta, que pertenece a una fuerza opositora al mandatario, indicó que en la capital argentina “el promedio diario de casos sigue siendo 1,100; es decir que, desde hace más de un mes y medio, los casos en la ciudad son estables”.
Esta estabilidad en los números llevó a la alcaldía a evaluar la apertura de escuelas, pero hasta el momento no cuenta con el aval del gobierno nacional. Apenas un par de provincias autorizaron clases presenciales.
