Por primera vez en cuatro meses desde que se desató la pandemia del nuevo coronavirus, Cuba no reportó casos de contagios este lunes, aunque los expertos llamaron a no bajar la guardia.
“No tenemos confirmados, no tenemos casos graves, no tenemos casos críticos y no tenemos fallecidos”, dijo en tono satisfecho el director de Epidemiología Francisco Durán en una conferencia de prensa de actualización televisada.
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“Muchas personas han dicho ¿llegará ese día? Creo que llegó, pero sabemos que podemos seguir teniendo más casos… todavía hay personas que pueden transmitir”, agregó Durán al recordar que las medidas de protección obligatorias se mantienen en la isla.
Con un calor intenso, los niños de vacaciones estivales y el transporte público circulando, las calles de la capital se acercaron a lo que era su habitual afluencia antes de que la COVID-19 llagara a la nación caribeña, salvo por el uso obligatorio de las mascarillas y la distancia entre las personas que no dejan expresar la efusividad que caracteriza a los cubanos.
Desde el 11 de marzo, cuando tres turistas italianos dieron positivo se confirmaron 2.446 pacientes con el virus; de ellos, murieron 87.
Actualmente hay en los hospitales cubanos 38 casos activos con la enfermedad y además más de 70 personas se encuentran aisladas bajo sospecha. Países con cantidad de población similar como Chile, Ecuador o Panamá —o que están en el Caribe como República Dominicana— no han podido todavía controlar la curva de contagios.
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Como casi todos los días en los últimos meses se realizaron en esta jornada más 2.000 test diagnósticos que ya suman unos de 200.000, indicó Durán.
Como siempre, el especialista hizo énfasis en los casos asintomáticos —que en la isla fueron 1.339, el 54%— y que de no ser descubiertos a tiempo podrían provocar nuevos brotes.
Con más dedicación que recursos, la isla logró contener el COVID-19 y las muertes con una mezcla de detección primaria con médicos y estudiantes tocando cada puerta por días para localizar casos sospechosos, con estrategias para elevar la inmunidad de la población colocando vacunas u ofreciendo sustancias homeopáticas.
Además se suspendieron los vuelos comerciales, se canceló el ingreso de turistas, se cerraron las escuelas y se limitó la circulación. Algunas de estas medidas se mantienen sobre todo en La Habana, donde el proceso de flexibilización de la cuarentena tardó más pues seguía hasta la semana pasada reportando casos sin fuente conocida de contagio.
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