Las emergencias generadas por los terremotos y el COVID-19 han provocado que las y los estudiantes del sistema público de enseñanza arrastren una serie de rezagos académicos por lo que será un reto tanto para el magisterio como para el Departamento de Educación ajustar el currículo del próximo año escolar.
Así estableció el exsecretario de la agencia, Carlos Chardón, quien en un análisis con Metro, sostuvo que la decisión del Departamento de pasar de grado a los alumnos y destinar los meses de agosto a octubre para que los estudiantes se pongan al día significará retos mayores para el sistema.
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“Va a ser un trabajo muy fuerte para los maestros. Tienen que adelantarlos un semestre… van a tener que hacer unos ajustes curriculares en términos de destrezas curriculares para que el estudiante pueda hacer una transición de lo que debe ser año y medio a hacerlo en un año”, explicó el experto en Pedagogía.
Sostuvo que una opción pudiera ser extender el tiempo lectivo pero de una manera alternativa a través de los módulos. “El tiempo lectivo se puede extender si se le puede dar algunos módulos, algunas clases en línea después de horas regulares, no estoy hablando de extenderlo hasta 4:00 o 5:00pm sino algunos módulos para extender el día escolar”, precisó.
Aclaró que esta extensión no puede ser solo con los maestros actuales, pues se extenderían de las seis horas diarias que deben trabajar y significaría un agotamiento.
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También llamó la atención a aquellos casos donde hay alumnos que pasan de grados primarios a secundarios, cuestionó cómo los maestros de secundaria que no tengan certificación de grados primarios atenderán las destrezas rezagadas.
“Va a ser un año de unos ajustes sumamente grande, pero lo importante es que comiencen las clases temprano en agosto y se sigan”, argumentó Chardón al confiar en que el secretario de Educación, Eligio Hernández Pérez, deberá realizar un plan para ello.
Detalló que una de las discusiones que se ha documentado es “si se hace más daño si se pasa de curso sin tener las destrezas o si se deja en el curso anterior para que acabe de desarrollarla”.
Amenaza la pandemia
Aunque se termina el semestre escolar a distancia a principios de mayo, ciertamente aún no hay una garantía de que en agosto la situación de salud pública por la emergencia del COVID-19 haya terminado por lo que el Departamento debe prepararse para distintos escenarios.
“No podemos asegurar que el virus va a desaparecer en los próximos meses. El reto mayor que el secretario tiene es cómo prepararse para abrir un año escolar el cual él no sabe si va a tener que volver a suspender clases”, explicó Chardón, quien fungió como titular de la agencia en 2009 durante la pandemia de la Gripe A (H1N1).
Cuestionó que incluso se desconoce si una vez comience el año escolar la curva epidémica vuelva a aumentar “porque no sabemos si hay estudiantes que tengan el virus pero que no lo sepan y contagien a otros”.
“Hay un elemento de inseguridad muy grande para el cual tienen que planificarse. Tiene que haber un escenario diferente el que se pueda acudir”, abundó el experto.
Para esta u otra emergencia se tendrá que retomar la enseñanza en línea, por lo que Chardón propone se integre de una vez la educación mixta, es decir, enseñanza presencial y en línea para cuando haya emergencias se utilice de lleno la enseñanza a distancia.
Necesario adiestrar maestros
El exsecretario también destacó que se le debe brindar adiestramiento a los docentes de manera que tengan las herramientas para enseñar a los niños y jóvenes.
“Hay que adiestrar a los maestros porque no vienen preparados de las universidades para enseñanza en línea”, expresó.
Anticipó que la enseñanza en línea se debe convertir en una ayuda a la enseñanza presencial, salvo situaciones específicas de emergencias como el COVID-19.
“Lo ideal es que el Departamento esté preparado para cuando haya una crisis pueda dar todo en línea hasta que se resuelva y retornar a la enseñanza mixta, que otros lo llaman enseñanza 360”, detalló.