Dos mujeres se dieron el sí el martes, en el primer casamiento entre personas del mismo sexo en Irlanda del Norte, luego de que se convirtiera en la última región del Reino Unido en legalizar el matrimonio gay.
La trabajadora social Robyn Peoples, de 26 años, y la mesera Sharni Edwards, de 27, se casaron en una ceremonia en Carrickfergus, cerca de Belfast. La pareja aseguró que no había tenido la intención de ser la primera en hacerlo, pero se dijo emocionada de convertirse en un símbolo del cambio en Irlanda del Norte.
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“Luchamos por mucho tiempo y muy duro por esta oportunidad de tener los mismos derechos y ahora aquí estamos, y es simplemente asombroso”, declaró Robyn. Ella y su esposa adoptaron el apellido de casadas Edwards-Peoples.
La trabajadora social informó que la relevancia de su unión era “demostrar que somos iguales a un hombre y una mujer. Nuestro amor es el mismo, no es diferente”.
Las leyes de Irlanda del Norte no obedecen a los parlamentos británicos ni escoceses en cuanto a la aceptación de los matrimonios entre personas del mismo sexo, que comenzaron en 2014.
El Partido Unionista Democrático, socialmente conservador, y el mayor grupo de la Asamblea de Irlanda del Norte, se opuso a la legislación, pero después de una campaña de grupos a favor de la equidad de derechos, el parlamento británico intervino el año pasado para que la región se alineara con el resto del país. El cambio entró en vigor el 13 de enero, y apenas cuatro semanas después se logró celebrar el primer casamiento.
Los legisladores del Reino Unido actuaron mientras la asamblea regional y el gobierno norirlandés se encontraban suspendidos en medio de una disputa entre el principal partido nacionalista irlandés y el partido unionista británico, que comparten el poder.
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El gobierno de poder compartido fue restaurado el mes pasado después de una interrupción de tres años, pero incluso aunque los legisladores de Irlanda del Norte lo quisieran, no podrían revocar fácilmente la ley de matrimonio creada por el Parlamento en Londres.
Los legisladores británicos también votaron el año pasado a favor de expandir el acceso al aborto, que se hallaba severamente restringido en Irlanda del Norte.