Desde las 6:00 de este 8 de octubre de 2019, grupos indígenas se concentran en el Parque de El Arbolito, ubicado en la avenida 6 de Diciembre y Tarqui. Aproximadamente 2,000 personas se encuentran en el sitio desde las 10:00 p.m. de este lunes para continuar con la jornada de protestas en Ecuador.
Los manifestantes tiene previsto marchar hoy hacia el Palacio de Carondelet y por ello la movilidad en la zona se ha dificultado. Vehículos y motos tienen bloqueado el acceso. Sin embargo, el paso peatonal sí está habilitado.
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De hecho, la calle que conduce hacia el Hospital Militar y la avenida Patria está cerrada. Mientras que en la avenida 12 de octubre se encuentran los buses y camiones donde durmieron los manifestantes.
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Al momento de esta publicación, no existe presencia militar y policial en el sector.
En horas de la noche de ayer, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) informó en su Twitter que “empiezan a concentrarse nuestros compañeros en Quito, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, después de la contundente jornada de movilización de hoy (lunes”.
También manifestaron que sus bases se alimentan “y comparten concentradas en la Casa de la Cultura y El Arbolito”. Señalaron que los hechos vandálicos que se reportaron en la Contraloría y la Asamblea Nacional no tiene nada que ver con sus bases. “No deslegitimaran nuestra agenda de lucha”, se lee.
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Intensas protestas
Las calles del Centro Histórico de Quito volvieron a convertirse ayer en un campo de batalla entre manifestantes de distintos grupos y la policía, con la quema de neumáticos, lanzamiento de piedras, cócteles molotov, según constató EFE.
Como en las de la semana pasada, en las protestas de este lunes también tomaron parte grupos de izquierdas, sindicalistas y jóvenes de distintas afiliaciones políticas de oposición, a los que se sumaron los primeros indígenas que consiguieron llegar a Quito.
La actual crisis institucional y política en el país comenzó la semana pasada a raíz de una serie de recortes y medidas anunciados por el Gobierno, entre ellos la anulación del subsidio a los combustibles.
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Desde entonces se han producido paros de transporte, huelgas y disturbios por todo el país, acciones de protesta las que el fin de semana se sumaron los indígenas, un 7 por ciento de la población del país.
Por otro lado, los manifestantes destruyeron un blindado de transporte de personal a las afueras de la capital, y saquearon varias industrias agroexportadoras y de leche en las provincias de Pichincha y Cotopaxi.
En un comunicado, la Conaie “rechazó” y “repudió” todos estos actos, que consideró “ajenos a las razones de la movilización nacional” y atribuyó a “la infiltración de agentes provocadores y violentos puestos para deslegitimar la lucha social y provocar caos”.
“Las personas que realizan estos actos no pertenecen al movimiento indígena”, prosigue la nota, en la que la Confederación asegura tener “una agenda definida organizada y clara”.
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