Un ataque aéreo a un centro de detención para migrantes en la capital de Libia causó al menos 44 muertos y más de 130 heridos la madrugada del miércoles, dijo la misión de Naciones Unidas en ese país.
La agencia de refugiados de la ONU condenó el incidente en el centro de detención, que acoge a un total de 616 migrantes y refugiados, y pidió que se paralicen de inmediato los esfuerzos para devolver a los migrantes a Libia.
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El ataque alcanzó un taller con armas y vehículos y un hangar adyacente donde estaban retenidos unos 150 migrantes, en su mayoría sudaneses y marroquíes, según dos migrantes que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato por temor a represalias.
En un comunicado, el gobierno respaldado por la ONU culpó del ataque al autodenominado Ejército Nacional Libio, liderado por el comandante Khalifa Hifter.
Libia está dividida entre dos gobiernos que se disputan el poder, y las fuerzas de Hifter controlan gran parte del este y del sur del país.
Es probable que el incidente plantee nuevas preocupaciones sobre la política de la Unión Europea de aliarse con las milicias del país norteafricano para impedir que los migrantes crucen el Mar Mediterráneo, lo que a menudo los deja a merced de brutales traficantes de personas o varados en sórdidos centros de detención cerca de las líneas del frente.
Al menos 6.000 migrantes de Eritrea, Etiopia, Somalia y Sudan, entre otros países, están encerrados en docenas de centros de detención que están gestionados por milicias acusadas de tortura y otros abusos.
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La mayoría fueron detenidos por guardias costeros financiados y formados por la Unión Europea mientras intentaban cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa.
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