La reducción en la plantilla de empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y el estatus de su sistema de distribución vulneran la capacidad de la corporación para responder a un huracán, aseguró hoy la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier) contrastando las expresiones del director ejecutivo José Ortiz, quien aseguró que un nuevo proceso de recuperación podría tomar dos meses.
“El sistema de distribución está en una situación más crítica, de igual forma los recursos disponibles”, planteó el presidente del sindicato, Ángel Figueroa Jaramillo. “Es cierto que había menos inventario antes de María, sin duda, pero también es cierto que hay menos personal. Por lo tanto el efecto se neutraliza“, agregó en conferencia de prensa.
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La semana pasada, Ortiz anunció que se aumentó de alrededor de $20 millones a $100 millones la inversión en cables, postes y otro equipo en inventario para responder a una emergencia. Sin embargo, la cantidad de celadores se ha reducido en los pasados años y esa fuga, destacó la Utier, se debe a sus condiciones laborales que siguen deteriorándose.
“¿Si no se han dedicado a retener el personal, quién lo va a reparar?”, cuestionó Figueroa Jaramillo y añadió que desde el 2014, e inicialmente a raíz de la Ley 66, la AEE ha perdido unos 2,000 empleados y “por falta de personal todavía tenemos 700 personas trabajando” y que se habrían retirado.
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Escuela de celadores: necesaria, pero a destiempo
Ortiz anunció hoy que abrirán una escuela para 200 celadores como medida para reforzar el plan de emergencia ante el inicio de la temporada de huracanes.
“Aunque la AEE dijo hoy que va reclutar 200 celadores, eso no es real. No tiene los recursos para hacer una escuela de 200 celadores. Una escuela es de 40 celadores y terminan de 25 a 30 compañeros”, reaccionó Figueroa Jaramillo.
Figueroa Jaramillo reconoció la necesidad de que se formen nuevos celadores, pero a la vez destacó que de nada sirve si no se mejoran las condiciones de empleo y terminan migrando a Estados Unidos, donde les pagan alrededor de un 35%.
Además, explicó que “una escuela de celadores tarda seis meses en poder culminarse y en seis meses salimos de la época de huracanes. Una vez más tratan de engañar a Puerto Rico”.
Crítico el sistema de distribución
“Si bien es cierto que las líneas que cruzan el país desde las centrales generatrices están en mejores condiciones que antes que María, también es cierto que el sistema de distribución, el cable que lleva la luz a las casas, no se ha fortalecido como debería a dos años del paso de María” expresó el presidente de la Utier.
Según Figueroa Jaramillo, el sistema de transmisión, que se compone 2,478 millas de cables, es de suma importancia, pero el sistema de distribución, que se compone 33,169 de cables aéreo y soterrado, que da luz a las residencias y comercios, es mucho más complejo y está en peores condiciones cada día.
La respuesta de Ortiz fue establecer preacuerdos, o “contratos de contingencia” con 33 entidades, cuyos nombres no se han revelado. Sin embargo, la Utier cuestionó esta medida puesto que la experiencia después de María demostró los contratos cuestionables con compañías como Whitefish y Cobra.
La AEE tampoco ha discutido el Plan de Respuesta Rápida con sus empleados o los sindicatos, subrayaron los líderes sindicales.
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