La nave espacial Hayabusa2, lanzada por Japón, dejó caer un explosivo sobre un asteroide para crear un cráter en su superficie y recolectar muestras subterráneas con el fin de hallar posibles pistas sobre el origen del sistema solar, informó el viernes la agencia espacial del país.
Fue la misión más arriesgada para el Hayabusa2, ya que debía alejarse de inmediato para no ser impactado por los fragmentos del estallido.
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El Hayabusa2 dejó caer sobre el asteroide un “pequeño proyectil portátil” de cobre, confirmó la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA).
La nave logró evacuar a salvo y permanece intacta después de la explosión, confirmó JAXA, que continúa analizando más detalles.
“La misión concluyó con éxito”, dijo el gerente del proyecto, Yuichi Tsuda. “Es altamente probable que haya abierto un cráter”.
Japón inscribe su nombre en la historia espacial
JAXA prevé enviar Hayabusa2, que fue desplazada al otro lado del asteroide, de regreso al lugar una vez que se asienten el polvo y los escombros para efectuar observaciones y recoger muestras de material no expuesto a la luz del sol o los rayos espaciales. Los científicos esperan que las muestras ayuden a conocer la historia del sistema solar, ya que los asteroides son restos de su formación.
No se han recuperado muestras de ese tipo. En 2005, una misión de “impacto profundo” de la NASA observó los fragmentos después de provocar una explosión, pero no los recolectó.
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El mes pasado, JAXA anunció que un grupo de científicos que participaban de la misión Hayabusa2 detectaron minerales portadores de hidroxilo en el asteroide al analizar lecturas de espectrómetro cerca del extremo infrarrojo. Dijo que podría hallarse una explicación del origen del agua en la Tierra.