Londres — Los políticos británicos optaron por prolongar el estancamiento en torno al Brexit.
Después de varias semanas de estancamiento político, el Parlamento votó hoy jueves a favor de intentar postergar la salida del país de la Unión Europea, una medida que posiblemente evite un caótico divorcio en la fecha programada del 29 de marzo.
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A 15 días de que se cumpla la fecha programada para el Brexit y sin un acuerdo de divorcio aprobado, la Cámara de los Comunes votó 413-202 a favor de solicitarle a la Unión Europea que posponga la salida de Gran Bretaña al menos hasta el 30 de junio. El resultado oficial se anunció inicialmente como 412-202, pero posteriormente fue corregido en la lista de votaciones.
La votación le da a la primera ministra Theresa May un poco de espacio para maniobrar, pero sigue siendo humillante para una líder que ha pasado dos años diciéndoles a los británicos que dejarían la UE el 29 de marzo.
La UE tiene el poder de aprobar o rechazar la extensión y ha dado indicios de que solo permitiría la postergación en caso de que Gran Bretaña apruebe un acuerdo de divorcio o realice un cambio fundamental en su postura en torno al Brexit. En una ironía histórica, casi tres años después de que Gran Bretaña votó para salir de la Unión Europea, su futuro está nuevamente en manos del bloque.
Es posible que May solicite a los líderes europeos una extensión durante la cumbre del bloque a realizarse el 21 y 22 de marzo en Bruselas.
La Comisión Europea dijo que el bloque considerará cualquier solicitud “tomando en cuenta los motivos y la duración de una posible extensión”.
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May se vio obligada a considerar una postergación del Brexit después de que los legisladores rechazaron en dos ocasiones su acuerdo de divorcio y también descartaron, en principio, salir del bloque sin un pacto. Retirarse sin acuerdo significaría enormes perturbaciones para las compañías y personas en el Reino Unido y las otras 27 naciones.
Por ley, Gran Bretaña dejará la Unión Europea el 29 de marzo, con o sin acuerdo, a menos que se cancele el Brexit o se asegure una postergación.
El jueves pudo ser peor para May. Los legisladores rechazaron un intento para despojarla del control sobre la agenda del Brexit. Derrotaron por el menor de los márgenes — 314-312 — un intento opositor para permitir que el Parlamento eligiera una alternativa al acuerdo de divorcio rechazado de May y obligar al gobierno a negociarlo con la Unión Europea.
Los legisladores también votaron en contra de realizar un segundo referendo de Brexit, al menos por ahora.
Con una contundente votación de 334-85, los legisladores rechazaron una moción para convocar a una nueva votación sobre si permanecer o abandonar la UE. Los simpatizantes de un nuevo referendo se encuentran divididos sobre si es el momento adecuado para presionar por una segunda votación sobre el Brexit. La votación no evita que los legisladores vuelvan a intentar más adelante obtener el respaldo del Parlamento para un nuevo referendo.
A pesar de los desaires y el caos político que han socavado su autoridad, May ha indicado que intentará por tercera ocasión obtener el apoyo para su acuerdo de salida. Buscará persuadir a los miembros a favor del Brexit en su propio partido y en su aliado político de Irlanda del Norte, el Partido Unionista Democrático, que teme que el acuerdo mantenga a Gran Bretaña demasiado ligado al bloque.