La secretaria del Departamento de Educación (DE), Julia Keleher, anunció que las más de 300 plazas de maestros y maestras jubiladas en el sistema público de enseñanza fueron asignadas a otros docentes ya contratados, pero que no tenían la carga académica completa.
Dentro de la enseñanza pública, se explicó que hay cientos de maestros que no tienen un programa asignado y otro grupo “sustancial” de profesionales que tienen periodos disponibles para cubrir estas plazas.
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“Esta disponibilidad de educadores deja un espacio razonable de maniobra para que el departamento, si hace el análisis cuidadoso que esto requiere, pueda —sin necesidad de nuevos reclutamientos— cumplir con cubrir los espacios que han dejado disponibles aquellos maestros que se han acogido al retiro en medio del año académico”, sostuvo Keleher en un comunicado de prensa.
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Según los datos del DE, en diciembre del 2018 se jubilaron 308 maestros. La agencia había anticipado que se, durante el año escolar 2018-2019, se abrirían unas 500 vacantes por jubilación.
La titular de Educación también avisó que hay educadores que están dando clases a grupos por debajo del cupo. Todos estos grupos unidos representan una cantidad suficiente para cubrir la expectativa que se tenía con las jubilaciones.
“Esto representa un ejercicio de optimización del uso de los recursos humanos que podemos hacer porque a través de los distintos mecanismos que hemos ido desarrollando en la agencia. Hemos ido logrando una mayor visibilidad de dónde están ubicados los educadores, qué carga de asignaturas y de estudiantes tienen, entre otras variables”, resaltó la secretaria.
Para el 1 de enero, las regiones habían identificado a más del 50 % de los maestros que estarían cubriendo las vacantes por jubilación. Las Oficinas Regionales Educativas (ORE) seguirán trabajando en la validación de los datos de cada maestro, para asegurar su disponibilidad antes de gestionar cualquier reubicación para prevenir que haya nuevas vacantes o se produzca un sobrecupo ficticio.
