Luego de ser arropados por un mar de controversias tras la mudanza del musical Hamilton de la Universidad de Puerto Rico (UPR) al Centro de Bellas Artes por asuntos de seguridad, los trabajadores de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes publicaron una carta abierta en la que se defienden y exponen las complejidades de la crisis que atraviesa el primer centro docente del país.
La carta titulada “La verdad que nos arropa…” fue publicada el viernes en las redes sociales del sindicato. La organización de trabajadores está en mediación con la UPR por un tranque en el convenio colectivo que ellos habían ratificado, pero que la Junta de Gobierno de la institución no dio paso por las cláusulas sobre la exención de matrícula de los hijos de los trabajadores. Este tranque fue el que llevó a la Hermandad a enviar una carta al dramaturgo Lin Manuel Miranda en la que le exponían el ambiente de tensión que se vive en la UPR, advertencia que abrió todo un escrutinio sobre la seguridad y viabilidad de presentar la obra, y que finalmente llevó a la producción a mudarse del teatro del campus riopedrense luego que La Fortaleza presentó como opción el Centro de Bellas Artes en Santurce. A pesar de la mudanza, la Fundación Flamboyán y la familia Miranda mantuvieron su donativo a la UPR.
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“El compromiso nuestro es con la Universidad y con los trabajadores y trabajadoras que día a día la promulgan, la abrazan y la atesoran como el proyecto nacional más importante que se ha producido en la historia de nuestro país. La situación actual de la Universidad es uno de carácter mucho más profundo que la liviandad sobre el traslado de un musical de un lugar a otro. Aquí de lo que se trata es del futuro de la Universidad. A la que le han quitado más de $500 millones y pocos, por no decir nadie, se indignan. Aquí de lo que se trata es del futuro de nuestros jóvenes que son sometidos al atropello de aumentos abusivos de costos de matrícula. Nos indignamos por el asunto de Hamilton, pero no decimos nada cuando a muchos estudiantes los obligaron a irse de la universidad”, lee el inicio de la carta abierta de la HEEND.
El sindicato plantea que quienes los critican y señalan por la salida de la obra de la UPR deberían cuestionarse si el musical es más importante que la accesibilidad de los jóvenes a la Universidad, la contratación permanente de profesores, el cierre de recintos, programas, secciones y eliminación de secciones. Sostienen que la universidad se caracteriza por sus luchas y no debe ser silenciada.
“Ahora resulta que es delito que protestemos porque nos quieran eliminar nuestro sistema de retiro. Es delito protestar porque nos dejen sin plan médico, tanto a nosotros como a nuestros familiares. Es delito protestar cuando se nos tiene trabajando y estudiando en pésimas condiciones. Es delito denunciar que ocho personas, en la Administración Central, ajenos al quehacer universitario y con ribetes de condes y altezas, se embolsican $869,832 y no producen nada para la Universidad. De igual forma se pretende que estemos silentes cuando se quiere eliminar todo nuestro Convenio que data de 47 años de luchas y sacrificios. Ese discurso acomodaticio de aceptar imposiciones absurdas y dejar de lado los derechos conquistados a través de sudor y sangre, la Hermandad no lo acepta, en cambio lo combatimos. Como también combatimos a gente como Alomar, Buxó, Haddock y otros que les molesta el pensamiento crítico de la Universidad y que pretenden que aceptemos su carácter absolutista”, advierte la HEEND en su carta.
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Enfatizan que la Universidad no puede perder la preparación de seres pensantes dispuestos al debate constante.
“No hay duda que Hamilton es la excusa para esconder la basura bajo la alfombra. Hamilton se va el 27 de enero y se agradece la donación para arreglar el teatro, pero nosotros en la Universidad nos quedamos con los mismos problemas y hasta mayores. Y entonces ¿qué vamos a hacer? Que quede meridianamente claro, en la Hermandad seguiremos nuestra lucha hasta encontrar la justicia y el valor que los trabajadores y trabajadoras merecemos”, advierten.
Sobre el proceso de mediación, afirmaron que participan de buena fe y que sometieron propuestas razonables. “Pero de ninguna manera se entienda que habremos de entregar lo ya negociado”, sostienen.
La UPR se encuentra en un proceso probatorio para la revisión de su acreditación con la Middle States, proceso del cual depende la ayuda económica federal de sus estudiantes. Los estudiantes vieron una duplicación de los costos de su matrícula este año por el plan fiscal impuesto por la Junta de Supervisión Fiscal como parte de la Ley federal PROMESA. El plan fiscal incluye la consolidación de recintos, la reducción de personal y la eliminación de las exenciones de matrícula.
La HEEND tiene un voto de huelga aprobado que su Junta Directiva puede aprobar en cualquier momento.