Las autoridades en California levantaron el sábado la orden de evacuación para los residentes restantes de la zona de incendio donde ocurrió el fuego forestal más mortal de la historia del estado.
La medida para los residentes de Paradise ocurrió más de un mes después del inicio del siniestro, el 8 de noviembre, en el norte del estado, que dejó al menos 86 muertos y destruyó 14.000 viviendas en el pueblo y zonas aledañas en laderas de la Sierra Nevada.
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Así estaba Paradise a mediados de noviembre:
Las autoridades advirtieron que en Paradise hay servicios limitados y aconsejaron a los residentes usar generadores de electricidad y que se aseguren de tener suficiente comida, agua y combustible.
Un funcionario de salud del condado de Butte emitió una advertencia exhortando fuertemente a la gente a no quedarse en viviendas destruidas hasta que se declare a la zona libre de desechos, cenizas y escombros tóxicos.
“Hay antecedentes de incendios recientes en California que indican que las casas y viviendas destruidas por incendios contienen altos y preocupantes niveles de metales pesado, plomo, mercurio, dioxina, arsénico y otros agentes cancerígenos”, de acuerdo con un comunicado del sheriff del condado y de la policía de Paradise.
El condado está dando mascarillas, guantes y guardapolvos para reducir la exposición con materiales tóxicos.
Las autoridades también advirtieron sobre el creciente riesgo de inundaciones súbitas en las áreas achicharradas.