LA HABANA (AP) — Además de nuevos pisos y pintura, tras una radical restauración el Capitolio de La Habana estrenará nuevos residentes: la recién constituida Asamblea del Poder Popular.
El edificio, que durante décadas fue despreciado por representar la vieja época republicana anterior a la revolución, recibirá a quien sea elegido líder de la Asamblea.
PUBLICIDAD
“Anteriormente todo el mundo tenía una mala opinión de este edificio, lo veían como un símbolo de los gobiernos corruptos y los males neocoloniales que habíamos tenido en la etapa republicana”, dijo a The Associated Press, Yudenia Sánchez, una guía turística de 28 años. “Pero como dijo nuestro historiador Eusebio Leal, que fue quien estuvo a cargo de la restauración, los edificios no son los culpables de lo que sucede en ellos”.
El monumental edificio neoclásico es un ícono de la isla para cubanos y visitantes. “Me siento muy feliz de que se tomara la decisión de que volviera a ser la sede de la Asamblea”, agregó Sánchez.
Tras subir una majestuosa escalera y atravesar sus dorados pórticos, el Capitolio recibe a los visitantes con una estatua en bronce de la República de 17 metros de altura precedida por un diamante donado por Rusia recientemente. El original, cuenta la historia, perteneció al zar, fue robado en 1946 y recuperado poco después.
Aunque todavía falta remozar el ala sur, el ala norte ya comenzó a ser ocupada paulatinamente por la Asamblea que tendrá allí su presidencia, salas de protocolo y comisiones permanentes pero no permitirá el pleno de sus más de 600 miembros -que se reúnen dos veces al año-, por lo que esos encuentros seguirán realizándose en el Palacio de las Convenciones en el oeste de la ciudad.
En un gesto de gran valor simbólico para la isla el presidente Raúl Castro inauguró oficialmente el edificio en febrero para condecorar a tres de sus comandantes rebeldes más destacados, en una de sus últimas acciones públicas de gobierno.
PUBLICIDAD
Inaugurado en 1929 e inspirado en su homólogo de Estados Unidos -aunque con importantes diferencias como la mayor altura de su cúpula, la forma de las escaleras y la existencia de patios interiores- fue desde su creación hasta el triunfo de la revolución de 1959 la casa del Congreso bipartidista y como tal un símbolo del viejo orden para las nuevas autoridades.
Su construcción se inició en 1926 en el terreno de más de 43.000 metros cuadrados y unas 8.000 personas trabajaron allí.
La actual forma parlamentaria de la isla data de 1976 cuando se aprobó la constitución. La Asamblea es unicameral y da cabida a más de 605 diputados nacionales, quienes -según lo establece la carta magna- este miércoles y jueves elegirán al sucesor de Castro como presidente.
