La Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (Unete) aprobó una resolución para solicitar a la secretaria de Educación de Estados Unidos, Betsy DeVos, una dispensa para la administración de las pruebas META. La resolución, para eximir a los estudiantes de dicha prueba en este año escolar, fue aprobada en la asamblea anual de Unete de 2018.
Entre las razones para solicitar la dispensa el gremio establece que desde septiembre hasta noviembre, la mayoría de las escuelas estuvieron inoperantes debido a la emergencia causada por los huracanes Irma y María.
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Además, se señala en el documento que las clases se iniciaron a fines de noviembre y a principios de diciembre funcionaron en un horario reducido de 7:30 de la mañana a 12:30 de la tarde debido a la falta del servicio de agua potable y energía eléctrica.
Igualmente, se indica que el huracán ha provocado daños emocionales a los estudiantes y al personal docente y no docente.
“La emergencia ha impedido que los estudiantes tengan las condiciones necesarias y requeridas para cumplir con los estándares y expectativas de cada grado o curso, por lo que es injusto someter a nuestros estudiantes a un proceso de evaluación a través de las pruebas estandarizadas META PR, luego de un año escolar atípico que representa condiciones de desventaja para contestar dichas pruebas”, indica la resolución.
El presidente del gremio magisterial, Emilio Nieves, manifestó que “el sentido común nos dice que someter a los estudiantes a unas pruebas estandarizadas, luego del huracán María, es un acto de injusticia evaluativa cuando la mayoría de los estudiantes no ha tenido entre 50 y 60 días de clases de un año escolar que normalmente consiste en 180 días de clases. En el pasado mes de enero, el 32 por ciento de las escuelas no tenían el servicio de energía eléctrica, lo cual redujo el tiempo diario de clases. A fines del mes de marzo, todavía más de 70 escuelas no tienen el servicio de energía eléctrica”.
Añadió que “las pruebas META se administran para medir aprovechamiento académico bajo condiciones normales. Administrar pruebas estandarizadas no puede medir un servicio académico que no se ha ofrecido de forma estandarizada o uniforme en todas las escuelas. Esta situación no beneficia a los estudiantes, ni a los maestros. Tampoco va a reflejar resultados válidos, ni confiables. Los únicos beneficiados de administrar las pruebas META son los que reciben millones de dólares por elaborar, administrar y corregir las mismas. Año tras año la compañía Pearson recibe aproximadamente 20 millones de dólares para realizar este proceso”.
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Para el dirigente sindical, “los maestros conscientes de esta injusticia en la evaluación de estudiantes y en la ejecución de los maestros, reclaman desistir este año, de la administración de las pruebas META. Con el reconocimiento de la Secretaria de Educación, Julia Keleher de que a mediados del mes de marzo había más de 600 plazas vacantes en las escuelas, es más que razón suficiente para cancelar las pruebas META”.
Nieves anunció que, para ampliar esta petición, “estamos iniciando una campaña a través de las redes sociales para solicitar la dispensa de las pruebas META que el Departamento de Educación pretende administrar en el mes de mayo de 2018″.