La Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (PRFAA, por sus siglas en inglés), no le ve grandes posibilidades a la enmienda radicada ayer por el senador demócrata por el estado de Florida, Bill Nelson, para excluir a Puerto Rico de la reforma tributaria propuesta por el presidente estadounidense Donald Trump.
Es por ello que se mantendrá en su plan de cabildear con los republicanos que Puerto Rico sea tratado igual que el resto de los estados.
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“La posición del Gobierno de Puerto Rico siempre ha sido la misma y es que a Puerto Rico se le considere como una jurisdicción de Estados Unidos y que le exima del exise tax en general y en lo específico el 20 % que representa ese exise tax en el proyecto de la Cámara y el 12.5 % que representa en el Senado sobre los bienes intangibles”, afirmó el licenciado Carlos Ricardo Mercader, director de PRFAA, en declaraciones a Metro.
Nelson sometió la enmienda mientras en el Senado se discute el proyecto que se espera sea llevado a votación durante el día de hoy. Ayer en la cuenta oficial de PRFAA en Twitter, se publicó un mensaje en agradecimiento a Nelson. Mercader aclaró que la felicitación fue por el mensaje en el hemiciclo.
“Básicamente lo que nosotros agradecimos fue un speech (discurso)que él dio en el floor (Pleno del Senado), donde él habló sobre el efecto masivo que podría tener la reforma contributiva y la exclusión de Puerto Rico”, aseguró el director.
Mercader indicó a Metro que los esfuerzos del gobierno de Puerto Rico se concentran en proteger a la base contributiva de la isla.
“El actual proyecto de reforma contributiva penaliza a los trabajadores americanos del territorio de Puerto Rico. Agradecemos al senador Bill Nelson por estar junto a los 3.4 millones de americanos que viven en Puerto Rico, mientras reconstruimos nuestra isla”, publicó PRFAA.
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Metro supo que la radicación de la enmienda fue una gestión impulsada por los exgobernadores Alejandro García Padilla y Aníbal Acevedo Vilá como parte de su cabildeo en el Frente por Puerto Rico. Según las fuentes de este diario, García Padilla propuso la estrategia para crear presión sobre el senador republicano de Florida, Marco Rubio, quien sí tendría posibilidades de mover esta exclusión con sus correligionarios republicanos. Tanto Rubio como Nelson cuentan ahora con una base amplia de electores puertorriqueños.
Si la reforma contributiva pasa como está propuesta, las empresas manufactureras en la Isla serían consideradas como foráneas y les aplicaría un impuesto de 20 %, lo que economistas y oficiales del gobierno coinciden sería un golpe mortal para la economía de la Isla.
Sobre la enmienda radicada, Mercader apuntó que el senador Nelson la sometió, “pensando que esa enmienda de alguna forma protegía a Puerto Rico, pero la realidad es que esa enmienda sería totalmente improcedente. […] Es una enmienda que solo genera debate, es una enmienda que ni se consideraría”.
El licenciado indicó, además, que la enmienda en su aplicación sería improcedente, porque “no sería correcto decir que reformas todo el sistema contributivo, pero dejas el viejo para una jurisdicción aparte”. Dijo también que, siendo un proyecto republicano y podría ser aprobado con los votos de la mayoría republicana en el Senado, la enmienda sometida por el senador demócrata no tendría los votos para que finalmente se aplique en la reforma.
“Es una enmienda simbólica que hacen Menéndez y Nelson, entiendo que de esa forma establecer en récord su apoyo a Puerto Rico con una medida que ellos han determinado presentar”, indicó Mercader.
La pieza, con la cual el presidente Trump aspira a que la actividad manufacturera vuelva a Estados Unidos, amenaza con golpear aún más la maltrecha economía de la isla ya que podría dejar sin empleo a sobre 200,000 trabajadores boricuas.
El gobernador, Ricardo Rosselló propone que Puerto Rico sea considerado para fines de la reforma como un territorio doméstico y que se le aplique a toda la Isla el trato de una zona de libre comercio.
La comisionada residente, Jennifer González dijo que espera que en el proceso de comité de conferencia en el que se deben ajustar las versiones de Cámara y Senado se puedan incluir unas enmiendas para atender la situación de Puerto Rico.
Tanto Rosselló como González han dicho que no quieren que Puerto Rico tenga un trato diferente a los estados, pues no favorecen una nueva versión de la sección 936.
En su presentación original, el proyecto considera a Puerto Rico como un país extranjero y cobraría impuestos de 20 por ciento a los productos hechos en la isla que sean importados a EEUU.
El Senado podría votar sobre la reforma tributaria esta misma tarde.