CARACAS — El Consejo Nacional Electoral informó que el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela arrasó en los comicios regionales al obtener 17 de las primeras gobernaciones adjudicadas, luego de que en días previos las encuestas arrojaban a la oposición como favorita en la mayoría de los estados.
Sólo cinco estados quedaron en manos de los opositores, mientras que el resultado del de Bolívar quedó pendiente. La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, aseguró que la tendencia de los 22 resultados anunciados hasta ahora es irreversible.
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El triunfo electoral de los partidarios del presidente Nicolás Maduro le permite al oficialismo mantener el control de la mayoría de las gobernaciones en este país sudamericano, como lo ha hecho durante casi dos décadas. El resultado representa un duro revés para la oposición, que incluso no pudo retener la gobernación del estado central de Miranda, que durante casi nueve años controló el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles.
De todas formas, los opositores sí tuvieron algunos logros: sumaron cinco gobernaciones en comparación a las tres que se adjudicaron en los comicios de 2012, y recuperaron la del estado petrolero de Zulia, el más poblado del país, que tenía el teniente coronel retirado Francisco Arias Cárdenas, quien acompañó al fallecido presidente Hugo Chávez en la fracasada asonada golpista de 1992.
La alianza opositora también le arrebató al oficialismo la gobernación del estado insular de Nueva Esparta; del estado Táchira, fronterizo con Colombia; del estado andino de Mérida y del estado oriental de Anzoátegui, que también se cuentan entre los más poblados.
“El chavismo arrasó en Venezuela”, afirmó Maduro desde el palacio de gobierno en una alocución que fue difundida por la televisora estatal. Al celebrar los resultados, el mandatario indicó que el oficialismo “retomó el camino de la victoria” en medio de momentos difíciles.
Tras quejarse de algunos opositores que aseguró que al perder salen “a pegar gritos de fraude”, Maduro anunció que ordenó una auditoría del 100% de los votos y dijo que pediría a la oficialista Asamblea Constituyente que audite todo el proceso.
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Un poco más tarde los opositores se pronunciaron.
“Ellos saben que no son mayoría, y el país y el mundo lo saben”, dijo el jefe del comando opositor, Gerardo Blyde, en una declaración ante la prensa.
“No reconocemos los resultados dados hoy” por el CNE, no sólo por las “violaciones” de la ley electoral que se habrían cometido durante el proceso “con la aviesa intención de impedir que los venezolanos pudieran votar libremente”, destacó.
El dirigente pidió a la comunidad internacional estar alerta ante la situación y comentó que próximamente llamarán acciones de calle para respaldar las denuncias de fraude.
Según la presidenta del CNE, en el proceso electoral del domingo se reportó una participación de 61,14%, que calificó de “inesperada” para una elección regional.
El consultor político John Magdaleno afirmó que “ni en la más remota” de las proyecciones se habían estimado unos resultados en los que el oficialismo obtendría la mayoría de las gobernaciones, y dijo al canal de noticias Globovisión que habrá examinar con detalle los datos aportados por el CNE para tener un diagnóstico.
En estos comicios la dirigencia política debió hacer frente al desánimo que hay entre los venezolanos, agudizado tras las manifestaciones que se realizaron entre abril y julio que dejaron al menos 120 muertos y casi 2.000 heridos.
Los problemas generados por la desbocada inflación de tres dígitos, la severa escasez de alimentos y medicinas, y la paralización económica han golpeado la popularidad de Maduro, la cual ronda el 20%.