La eliminación de la Ley Seca confirmada ayer por el gobernador Ricardo Rosselló, cayó como anillo al dedo para muchos puertorriqueños, que por fin podrán atacar el estrés que les ha generado la situación de crisis y falta de suministros que dejó el paso del huracán María sobre Puerto Rico.
“Me parece que fue una decisión que se pudo haber hecho antes, realmente siento que es importante que la gente tenga algún incentivo con el cual sobrellevar este tipo de situación y pienso que el alcohol puede ayudar”, apuntó José Iván Lebrón.
Para Lebrón, el hecho de que el toque de queda continúe vigente en la isla ayuda a crear un balance, por un lado permitiéndole a las personas consumir alcohol durante el día y temprano en la noche, y por otro lado, mantener la seguridad de la ciudadanía.
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De esta manera, dijo, “se mantiene a la gente contenta durante el día y aun así durante la noche, a las 9 de la noche ya tiene que estar guardados. El peligro sería si el toque de queda no existiera”, opinó el hombre de 28 años.
Con trago en mano, Lebrón se encontraba ayer en horas de la tarde en el emblemático “Bori” en Río Piedras. Otras varias decenas de personas también se encontraban en el lugar, jugando billar, dándose “el palito” y atacando con un poco de alcohol el intenso calor del día.
“Entiendo que culturalmente tranquiliza más a la gente, siempre hay gente que le guata beber y estar relax”, expresó Patricia Velázques, de 22 años. Para la joven, no existe ningún peligro con el hecho de que se haya eliminado la Ley Seca en medio de la crisis actual del país, “siempre y cuando no conduzcan ebrios, por ejemplo”. Con ella estuvo de acuerdo su hermana, Verónica Velázquez.
Patricia (izquierda) y Verónica Velázquez esperaban por un par de cervezas en El Boricua. / Foto: Miguel Dejesús
“Yo vacilando dije una vez, ‘si quitan la Ley Seca yo estaría borracha todo este tiempo porque, ¿qué persona sobria puede tolerar seis meses o todo lo que sea sin luz”, expresó, al tiempo que dijo que “mientras haya una cerveza se puede, para mi no representa ningún daño”.
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Mientras esperaba en la barra por una cerveza, la joven explicó que acababan de pasar una hora y media haciendo fila para retirar dinero de un cajero automático. También expresó que han surgido cosas positivas de la crisis.
“Somos cinco en una misma casa y ahora compartimos hasta más que antes, caminamos para todos lados, no usamos el carro para nada”, dijo.
Otro que también se mostró feliz de que se eliminara la Ley Seca fue Bryan Vargas, de 26 años. “Pienso que la Ley Seca no era necesaria”, apuntó el joven con trago en mano, al tiempo que defendió que era justo que los bartenders pudieran trabajar.
Bryan Vargas disfrutaba ayer de un trago, luego de la eliminación de la Ley Seca. / Foto: Miguel Dejesús
Un encuentro entre amigos un par de horas con un par de tragos en mano, so significa sin embargo que se olviden de la realidad que vive Puerto Rico y su gente, con quien Mariely Deverie dijo estar “solidaria”. Para ella, además, el hecho de poder sentarse y tomarse un trago con un amigo, es también una forma de regresar a la normalidad.
“Me parece algo positivo porque la gente necesita despejarse y poco a poco ir regresando a la normalidad”, apuntó.
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