El exrepresentante Eric Correa Rivera, del Partido Nuevo Progresista (PNP), denunció que el rector del recinto de Carolina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Moisés Orengo Avilés, ascendió a ocho “amigos del alma” a posiciones de profesor permanente sin que tuviesen la preparación académica requerida a nivel doctoral.
Correa Rivera reclamó la destitución inmediata de Orengo Avilés ante esta nueva revelación, por incumplimiento con la Certificación 122 (2005-2006) emitida por la Junta de Síndicos.
“Estamos hablando de que este rector violó el propio reglamento de la Universidad al premiar a estos ‘amigos del alma y parientes del corazón’ con sendos puestos y salarios sin que ellos tuvieran la preparación académica requerida. Esto es otro escándalo que demuestra que en la UPR el que tiene padrino, se apadrina”, señaló Correa Rivera.
De acuerdo al exlegislador, el rector nombró ilegalmente a varias personas a puestos de profesor permanente.
Se trata de George Otero (Departamento de Administración de Empresas), Felipe González (Escuela de Administración de Hoteles y Restaurantes), Narcisa Meza (Departamento de Tecnologías e Ingeniería), Jesmarie Ramírez (Escuela de Administración de Hoteles y Restaurantes) y José Santiago (Departamento de Ciencias Naturales).
Además de Yaritza Pérez (Departamento de Ciencias Sociales), Iván Rosario (Departamento de Ciencias Sociales), Wanda Rodríguez (Departamento de Inglés), Teófilo Torres (Departamento de Humanidades) y Heriberto Nieves Nieves (Departamento de Humanidades).
La mencionada Certificación dice: “Enmendar el Reglamento General de la Universidad para establecer como requisito general que para desempeñar un cargo como profesor o investigador en la Universidad de Puerto Rico se requerirá a toda persona por lo menos haber obtenido un grado de doctor o un título terminal equivalente en áreas que la capaciten especialmente para las materias que ensena o investiga…”.
“Además de lo que dijimos antes, todos estos nombramientos se llevaron a cabo sin la autorización de la presidencia de la UPR, la que instruyó claramente a los Rectores que todo nombramiento tenía que tener la aprobación de la Administración Central. Aquí hay mucho que explicar y el rector tiene que hablar”, agregó el político.