En mayo del 2018 imágenes de las sequías, impactaron al mundo y se transformaron en una señal de alerta de cómo el uso indiscriminado de agua, combinado con los efectos del cambio climático están afectando a nuestro planeta.
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Un efecto similar es el que produjo el registro captado por la NASA a través de sus satélites; de una serie de lagos en Australia, que en dos años, simplemente desaparecieron.
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Se puede ver en la animación compartida por la agencia espacial estadounidense, en diciembre de 2016. Según esta, los Lagos Menindee de Nueva Gales del Sur estaban casi llenos de agua. Más de dos años después, estos lagos australianos están casi secos.
Las imágenes del satélite muestran la disminución alarmante de los niveles de agua. Los lagos Menindee son una cadena de formaciones de agua dulce ubicados a 110 kilómetros al sureste de la localidad australiana de Broken Hill.
El informe detalla que “las depresiones naturales poco profundas fueron desarrolladas para el almacenamiento de agua por el gobierno australiano. Con el fin de administrar los flujos de los ríos”.
Y que de acuerdo a la comparación de las fotografías capturadas por el por el Operational Land Imager en Landsat; 8 el 27 de enero de 2017, el 15 de febrero de 2018 y el 2 de febrero de 2019, el cambio es impresionante.
400 Gigalitros
La explicación de la NASA considera que la fluctuación en los niveles de agua se da por dos factores. La evaporación y el desvío de caudales que se realiza para aprovechar el agua.
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Sin embargo, en el curso de estos dos años; la evaporación se ha traducido en una pérdida de 400 gigalitros por año, es decir 400 mil millones de litros. Sumados a las sequías y temperaturas extremas registradas en la zona de Nueva Gales Sur.
“Los últimos años han traído sequías excepcionales a la zona. Nueva Gales del Sur ha enfrentado temperaturas extremadamente altas y bajas precipitaciones, causando una de las peores sequías jamás registradas. El río Lower-Darling ha estado experimentando entradas extremadamente bajas de los lagos Menindee desde agosto de 2018″. A partir del 18 de febrero de 2019, el nivel de almacenamiento del Darling inferior al uno por ciento”, acota el documento de la NASA.
“Las preocupaciones del público aumentaron drásticamente al encontrarse con millones de peces flotando boca abajo a lo largo del río Darling en tres ocasiones distintas en enero de 2019”, agrega.
Aunque la comunidad científica no ha dado su veredicto final, lo cierto es que el cambio es impactante. Los lagos sin agua son una consecuencia de la forma en que se maneja el liquido vital que acumulaban hasta hace un par de años, el calentamiento global y la sequía extrema.