SAN JUAN — Poco después de que cumplió 2 años, Yadriel Hernández comenzó a tener problemas para respirar. Su médico le recetó un inhalador y una medicina para la alergia, y sus síntomas estuvieron bajo control.
Cuando el huracán María arrasó con Puerto Rico el año pasado, esparció restos de moho a lo largo y ancho de la isla y forzó a muchos habitantes a utilizar generadores de electricidad que emanan humo. Ahora, Hernández, de 8 años, tiene ataques de asma dos veces al mes y necesita casi cuatro veces más la dosis de medicamento de la que solía tomar.
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Su madre dijo que los apagones semanales que ocurren en la localidad costera de Aguadilla provocan ansiedad en su hijo, lo que puede empeorar los síntomas del asma. El niño entra en pánico por no poder encender el nebulizador que le ayuda a controlar su asma.
“Se va la luz y cae en crisis. El grita, ‘Se fue la luz, mamá, se fue la luz. Me va a dar asma’”, contó Johana Hernández.
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Los médicos de Puerto Rico dijeron que están viendo un alarmante aumento en el número y gravedad de casos de asma, los cuales atribuyen a las secuelas del paso del huracán María. La enfermedad crónica en las vías respiratorias es ocasionada por la contaminación, el moho y el polen, todos los cuales han incrementado tras María.
“Ha aumentado mucho, mucho, mucho después del huracán”, dijo la médica Ivette Bonet, quien atiende a pacientes de bajos ingresos en una clínica ubicada en el vecindario de Santurce. Bonet señaló que tiene docenas de nuevos pacientes quienes no habían padecido asma antes de que el huracán de categoría 4 azotara la isla el 20 de septiembre del año pasado.
“Tienen esa tos que no se les va nunca”, puntualizó.
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Puerto Rico tenía tasas altas de casos de asma incluso antes del huracán. Un estimado de 435.000 personas de la isla, o el 13%, de los 3,3 millones de habitantes de la isla padecían asma antes del paso de María, de acuerdo con el Departamento de Salud de Puerto Rico. Ello en comparación con el 8,3% que padecían asma en Estados Unidos en 2016, según las cifras más recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Actualmente no hay cantidades disponibles de los meses posteriores al paso de María, aunque se están realizando nuevos conteos.
Los expertos señalaron que las altas tasas podrían deberse a la alta humedad del Caribe y al mal estado de las viviendas e infraestructura en el territorio, ocasionado por la pobreza y por el gobierno en bancarrota de Puerto Rico.