Miles de personas en Ciudad de México están sorprendidas y aún no pueden creer la noticia que reproducen los medios locales, una que habla de soledad y pobreza.
Silvia es una mujer campesina de Acambay y desde que Miguel nació tuvo que luchar junto a su esposo y el pequeño por un problema cardíaco que lo mantenía “siempre cansado y con sueño”, indica La Razón.
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Sus problemas fueron en aumento y la noche del sábado sus padres decidieron partir a la capital para darle un mejor tratamiento luego de que el niño incluso dejara de respirar, pero Miguel no soportó y murió cerca de las 2 de la madrugada.
Silvia tomó al pequeño, lo envolvió en una bolsa y unas mantas, y lo llevó en brazos hasta la estación de autobuses, donde pretendía tomar locomoción de regreso a casa para enterrarlo en su ciudad natal.
Ahí, mientras esperaba sentada en un banco, fue encontrada por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública a quienes la mujer les contó su historia.
Las pericias demostraron que Miguel había fallecido de causas naturales, por lo que no se levantaron cargos contra Silvia y las autoridades le entregaron a su pequeño para que pudiera darle sepultura.