Las redes sociales son las aliadas de todos los famosos, pues gracias a ellas pueden compartir fotos y videos con sus millones de fanáticos, , sin embargo, estas plataformas pueden ser un arma de doble filo y Selena Gomez conoce muy bien sus consecuencias.
La cantante norteamericana tomó la decisión en 2017 de dejar que su asistente personal se hiciera cargo de su cuenta de Instagram oficial.
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Esto se debió a que fue diagnosticada con trastorno bipolar, por lo que los comentarios y contenido de las redes sociales afectaban su estabilidad emocional.
Ese mismo año, fue una de las artistas con más seguidores en redes sociales, por lo que cada contenido subido por ella era automáticamente tendencia, pero también la centraba demasiado en el ojo de la opinión pública.
Selena Gomez: “podía pasarme horas mirando la vida de otras personas”
La actriz confesó que las redes sociales poco a poco se comenzaron a sentir como una adicción, no solo por conocer la opinión de las personas acerca de ella en los comentarios de sus publicaciones, sino también por el hecho de adentrarse tan fácilmente en la vida de otros al alcance de un click.
“De pronto tuve que aprender a estar sola…porque antes podía pasarme horas mirando la vida de otras personas”, dijo
Además añadió: “A veces me daba cuenta de que había estado buceando en el perfil de alguien hasta llegar a las publicaciones de hacía dos años y entonces me daba cuenta que ni siquiera conocía a esa persona”.
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Selena decidió ponerle fin a este tipo de tentaciones eliminando la aplicación de su teléfono y cediéndole el control de su cuenta de Instagram a su asistente, ella decide el contenido que se publica pero no revisa nada que tenga que ver con esa red social.
La compositora manifestó sentirse más tranquila desde que tomó esa decisión, pues su gran éxito la estaba abrumando y causando un caos en su paz mental.
“Cuando un amigo tiene algo que contarme, me llama”, dijo Selena Gomez, dejando claro que tampoco está muy pendiente de los servicios de mensajería.