No todo es perfecto en la vida de un príncipe. Este es el caso del príncipe Harry, que al parecer se realizó un tratamiento estético a sus 35 años y para mejorar su imagen.
Expertos en dermatología aseguran que el gen de la calvicie en la familia Windsor es extremadamente agresivo.
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El esposo de Meghan Markle y nieto de la Reina Isabel II tiene bastante preocupación por la calvicie. Esta es mejor conocida como alopecia androgenética, que es heredada de su padre y próximo rey, Carlos de Inglaterra.
Presente en la familia
Incluso, la calvicie del príncipe William, hermano del hijo menor de Diana de Gales, cada día es más notoria y va aumentando constantemente, claro, él no trata de ocultarlo. El duque de Cambridge ya ha optado por raparse el pelo. Pero, para Harry esto parece ser un serio problema.
Ahora, medios británicos afirman que han notado en los últimos meses algunos cambios en la apariencia del príncipe Harry y más aún en su cabellera. Los medio reseñan que él luce cabello nuevo en las zonas donde antes no tenía, incluso, es más grueso.
El primero que asomó la idea de que Harry está tratando de revertir los genes de la calvicie de su padre Carlos, fue el diario británico The Sun.
El medio indicó que el esposo de Meghan visitó a finales de 2019 la prestigiosa Clínica de Philip Kingsley. El lugar es conocido porque es visitado por las personas más adineradas del Reino Unido y Europa. Y acuden ahí para tratar el problema de la alopecia.
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“La visita de Harry causó un gran revuelo. Esta empresa es muy prestigiosa. En uno de los mejores lugares del mundo y la reunión que mantuvieron con Harry fue bien”, declaró un testigo al medio y que visitó la clínica para realizarse un implante capilar.
Los propios medios británicos aseguran que la herencia de los genes del príncipe Carlos, el estrés, peleas (con buena parte de la familia británica y su salida de la realeza) y el cansancio pueden ser los principales detonantes de la caída del cabello pelirrojo de Harry en los últimos meses.
Calvicie agresiva
Expertos en dermatología aseguran que el gen de la calvicie en la familia Windsor es extremadamente agresivo. Harry está perdiendo su cabello al mismo ritmo que el príncipe William perdió el suyo a los 20 años.
Lo cierto es que Harry tomó la rápida decisión de ir a una prestigiosa clínica de tratamiento capilar. Así es como busca ponerle freno y punto final a la pérdida de su cabello.