Yuri empezó su carrera desde muy joven, con solo 15 años participó en el festival de la Organización de Televisión Iberoamericana (OTI).
Su fama subió como la espuma y eso la empujó a llevar una vida “alocada” y llena de excesos desde los 16 años.
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En una reveladora entrevista con TVyNovelas , la cantante mexicana confesó detalles de su vida, su salud, problemas laborales y hasta las adicciones.
“Tomaba mucho alcohol, fumaba y era muy \’noviera\’. Tenía amores en todos lados, y eso me causaba problemas. Yo era como los marineros: tenía un amor en cada puerto (risas)”, indicó.
Llevar ese estilo de vida le pasó una factura a los 30 años, cuando padeció una depresión, perdió la voz por unos tumores, se le acabaron los contratos y le detectaron papiloma humano.
¿Cuándo pasó esto?
De acuerdo a lo que dijo, esto sucedió entre el 1994 y 1995, en el que por fin le dio un vuelco a su vida, pues había aprendido la lección.
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“Terminaron las grabaciones de \’Volver a empezar\’, donde actuaba, y entré en depresión. ¡Se me cayó todo!: el cabello, las uñas, perdí la voz y estaba envejeciendo más rápido de lo normal. Luego los médicos descubrieron que tenía tumores en las cuerdas vocales, por lo que duré siete meses sin cantar ni hablar”.
Tras eso, la también actriz dijo que se le cerraron todas las puertas y lloraba todos los días y que intentó suicidarse. Luego descubren que tenía papiloma humano.
“Nunca creí que me pudiera contagiar. El médico me aseguró que si ese examen se hubiera demorado dos meses más en hacerse, me habría dado cáncer cervical. Con cuidados médicos y gracias al milagro que Dios hizo conmigo, puedo decir que me curé, ¡estoy sana!
Estos problemas radicaron, obviamente en mis excesos. No me cuidaba en las relaciones sexuales, me consideraba adicta al sexo, y tuve mi paga”.
Así salió adelante
En su relato dijo que entregarse a Dios y el amor de Rodrigo Espinoza fueron las razones que la llevaron a salir adelante de las duras pruebas.
La artista lo conoció en Viña del Mar y desde allí empezaron una amistad que se convirtió en amor, ya llevan 20 años de matrimonio.
“Rodrigo vio el cambio tan grande que… ¡hasta se volvió cristiano por mí!”, dijo.
“Dios me salvó. Gracias a él estoy libre de vicios y virus. Siempre les digo a las chavas (jóvenes), ¡aguas, aguas! (¡cuidado, cuidado!), que el alcohol, las drogas y no cuidarse en las relaciones es mortal”.
