La veterana libero Debora Seilhamer y otras figuras relacionadas al deporte en la Isla alegaron sentirse “indignadas” ante la alegada negativa de la Liga de Voleibol Superior Femenino (LVSF) a validar la sustitución de Destinee Hooker. La Liga, como ente rector del Voleibol Superior habría denegado la solicitud del equipo para reemplazarle con otra jugadora importada en cuanto se conoció que su embarazo era uno de alto riesgo.
Debora Seilhamer expresó que “es inaceptable que la LVSF no considere un ataque cardíaco, derrame cerebral o como es este caso un embarazo de alto riesgo como una situación meritoria para avalar una sustitución”. Añadiendo en declaraciones escritas que “es aún más indignante y reprochable el que una liga de mujeres no proteja la integridad de la mujer y que pretendan exponer a una mujer embarazada de alto riesgo a recibir golpes que puedan poner en riesgo su salud y la de su bebé”.
PUBLICIDAD
Añadió además que “en esta Liga, cada equipo, se nutre de jugadoras; de mujeres que no pueden estar sujetas al discrimen de sus pares ni de la institución por el hecho de ser mujeres, mucho menos madres que cumplen con la responsabilidad de cuidar de sus hijos e hijas, nacidos o por nacer”.
Te recomendamos:
- Revelan alegadas irregularidades en transacciones del Departamento de Salud
- Identifican caso de Delta-plus en Puerto Rico
- Oscar de la Hoya revela que tiene COVID-19, está hospitalizado
Natalia Valentín, quien también es la capitana de la Selección Nacional de Voleibol, detalló por su parte que “determinaciones como la que se nos ha notificado en esta fecha obligan a que se exija mayor amplitud al momento de definir el concepto de lo que es una lesión en el reglamento de una liga de voleibol femenino toda vez que “estar embarazada no es estar lesionada ni incapacitada, pero un embarazo diagnosticado como de alto riesgo requiere particular atención tanto de la mujer embarazada como de los equipos y entidades que rigen la práctica del deporte en la Isla y en cualquier parte del mundo”.
A su voz, se unieron otras distinguidas mujeres del mundo del deporte que validaron su expresión de que “un embarazo no te incapacita para realizar el trabajo que viniste a hacer, pero cuando es de alto riesgo, el deporte pone en riesgo tu salud y la de la criatura que tienes en tu vientre” añadiendo que esto debe ser suficiente para poder ser reemplazada pero sobretodo, “para recibir el respaldo que esta acción discriminatoria le niega a nuestra compañera en un momento tan delicado de su vida como mujer, persona y profesional”.
Por su parte la voleibolista Génesis Collazo se mostró indignada ante una situación en la cual puede estar cualquier mujer. “Me uno a las palabras de mis compañeras de equipo. Es inconcebible que una liga de mujeres no se tome en cuenta ni en consideración un embarazo de alto riesgo, hecho que solo puede pasar al ser mujer y que a estas alturas nuestro reglamento y quienes lo interpretan obvian”, dijo Collazo.
Entre tanto, la voleibolista Shirley Florián reconoció que cada embarazo es distinto y recordó que hace 7 años cuando ella quedó embarazada, estaba en proceso de participar en la Liga Atlética Interuniversitaria representando a la Universidad Metropolitana de Cupey. “Cuando lo supe ya tenía 3 meses así que para estar tranquila y saber si podía continuar jugando fui con mi médico para su consentimiento y autorización. Del médico haberme indicado que mi embarazo era de algo riesgo, jamás hubiese puesto en riesgo la salud mía o la de mi hija”. Añadió que, “más que la consideración que se le da a una que una rodilla, un dedo o cualquier lesión física de un o una deportista, el embarazo de una mujer comprometida con el deporte, con su equipo y con su familia debería ser respetado de igual manera en cualquier parte del mundo”.
Finalmente, Seilhamer y hizo un llamado a la Liga para que vuelva a evaluar el reglamento y su determinación de forma tal que “verdaderamente proteja los derechos de la mujer”.