La decisión del nadador estadounidense Michael Andrew, de no vacunarse contra el COVID-19 mientras se prepara para competir en los Juegos Olímpicos ha desatado un debate.
En la otra parte de la discusión está la excampeona olímpica Maya DiRado y algunos nadadores estadounidenses.
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Esta semana, DiRado publicó un largo hilo en Twitter, en el que se dijo “decepcionada” por la decisión de Andrew y por las razones que esgrimió para competir sin vacunarse.
A comienzos de este mes, Andrew reveló que no está inmunizado, al dar la respuesta a un reportero.
“Mi motivo es que, en primer lugar, llegué a esto de último momento y no quería poner en mi cuerpo nada que no supiera cómo lo haría reaccionar”, indicó el nadador, quien tendría posibilidades de medalla.
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“Como deportista en el nivel de elite, todo lo que hacemos es muy calculado e informado. Para mí, en el ciclo de entrenamiento, particularmente antes de los preolímpicos, no quería arriesgarme a perder días. Hubo periodos en que alguien recibía una vacuna y tenía que descansar unos días”.
Pero Andrew añadió que tampoco tenía planes de vacunarse en el futuro.
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“Nos sentimos bastante seguros y protegidos al saber que estamos reduciendo el riesgo al mínimo posible”, dijo, tras recalcar que se realizan pruebas diarias durante los Juegos Olímpicos.
Los organizadores de los Juegos de Tokio y el Comité Olímpico Internacional desistieron de hacer obligatorio el que los deportistas se vacunaron para competir. Poco más del 20% de la población japonesa se ha vacunado con todas las dosis necesarias.
El COI ha reportado 13 casos positivos entre todos los deportistas en Japón.
Unos 100 de los 613 deportistas estadounidenses en Tokio carecen de la vacuna, dijo el viernes el jefe médico del Comité Olímpico y Paralímpico del país. Andrew es el único miembro del equipo de natación de Estados Unidos en revelar que no se ha vacunado.
“El hecho de que Michael tomara una decisión que genere siquiera un poco de riesgo sobre sus compañeros para privilegiar su propia percepción de bienestar es algo que me frustra”, escribió DiRado, una de tres representantes de los deportistas en la junta directiva de la Federación Estadounidense de Natación.
DiRado se retiró después de los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, donde ganó cuatro medallas, incluidas dos de oro.
Anthony Ervin, excampeón olímpico, escribió a DiRado en Twitter. Le dijo que Andrew contrajo COVID-19 en diciembre, “y por lo tanto tiene una inmunidad natural”.
Tom Shields, compañero de Andrw, criticó también a DiRado.
“¿Qué parte de esa responsabilidad involucra avergonzar a uno de nuestros olímpicos en la víspera de la competición”, tuiteó Shields.