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Opinión de Rosa Seguí: Hace falta voluntad

Lee aquí la columna de la excandidata a la Legislatura por el Movimiento Victoria Ciudadana.

Por décadas, la mayoría de las campañas gubernamentales en contra de la violencia contra las mujeres se dirigió a responsabilizarlas, como si solo de ellas dependiera poder “salir” del ciclo de violencia, salir de relaciones violentas, sin tomar en cuenta que “no quedarse calladas”, sin una red de apoyo, podía muchas veces tener consecuencias fatales.

En cambio, grupos de mujeres y feministas han denunciado que esas campañas no atienden el problema adecuadamente, pues los servicios públicos escasean igual que los recursos para prevenir y erradicar la violencia de género. Tampoco se han adoptado medidas suficientes para proteger la integridad económica, física y mental de las mujeres que enfrentan, resisten y sobreviven. En específico, el desafortunado feminicidio de Andrea Ruiz Costas reveló que el sistema judicial le negó protección en más de una ocasión. Andrea usó los recursos públicos a su alcance: acudió al tribunal -tres veces en una semana- para solicitar una orden de protección porque su expareja la acechaba y Andrea temía por su vida. Tres veces en la misma semana y la dejaron desprotegida.

Todos los tribunales de Puerto Rico se han negado a producir la información solicitada por la familia Ruiz Costas y organizaciones de periodistas. Y el recurso presentado por la ASPPRO ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos no prosperó, por lo que solo nos queda apelar a la sensibilidad de quienes tienen en sus manos divulgar el contenido de las grabaciones de esas instancias en las que Andrea pidió protección porque temía por su vida y en las cuales el tribunal las denegó. Dónde le fallaron a Andrea, qué faltó, cómo se puede remediar, son todas preguntas cuyas respuestas requieren la divulgación de lo ocurrido en esas vistas. En el 2021, en Puerto Rico aumentó la cantidad de intentos de feminicidios y esta cantidad puede continuar aumentando si no se atiende de manera integral la violencia de género. La transparencia y la rendición de cuentas son requisitos para lograr la transformación que necesitan nuestras instituciones.

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