Cuando las personas se impresionan momentáneamente o les ocurre algo inesperado, suelen aguantar la respiración. Esto ocurre porque algunos músculos, que se usan para respirar, se tensan.
Algunos de esos músculos que se tensan son los que quedan por el pecho. Otras áreas del cuerpo que se tensan y restringen los pulmones cuando se sienten emociones fuertes como el miedo, la rabia u otros, son el cuello y los hombros, según BBC mundo.
Cuando las personas dejan de respirar suelen quedarse más quietas y muchas veces pueden escuchar mejor ciertas cosas y hasta observar con más precision. BBC mundo indicó que “aguantar la respiración en ese tipo de situaciones es natural e inofensivo, pero si se hace frecuentemente puede ser perjudicial. Una respiración buena, regular y completa es importante para la salud”.
Antes de aguantar la respiración, las personas suelen respirar muy profundo y esa acción hace que el ritmo cardiaco aumente haciendo que llegue más oxígeno al cuerpo.