El 26 de enero de 2017 se aprobó la Ley 4-2017, conocida como la Reforma Laboral. Esta ley alteró significativamente el derecho laboral en Puerto Rico enmendando un sinnúmero de leyes laborales para arrebatar derechos conquistados por la clase trabajadora.
Desde el Partido Independentista Puertorriqueño prometimos derogar la Reforma Laboral como asunto prioritario. Con ese propósito, el primer día de la primera sesión legislativa sometimos lo que se convirtió en el P. de la C. 112, en el que derogamos todo lo nocivo de la Reforma Laboral y mantuvimos los pocos elementos positivos que introdujo. No obstante, durante varios meses se discutió el proyecto de la Cámara 3 -de la mayoría del Partido Popular Democrático- aprobándose en la Cámara sin incluir importantes cambios en beneficio de la clase trabajadora. Dicho proyecto tuvo importantes enmiendas en el Senado que lo mejoraron sustancialmente, pero las mismas no fueron aceptadas en la Cámara, provocando el reciente proceso legislativo en busca de un acuerdo entre ambos cuerpos.
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Utilizando los estilos irresponsables de legislar a los que populares y penepés nos tienen acostumbrados, en la semana del cierre de sesión comenzaron a circular borradores de enmiendas, los cuales nunca nos fueron notificados oficialmente por la Cámara. Al final del proceso, totalizaron cuatro (4) borradores distintos todos en su contenido. En el proyecto continúan existiendo dudas y cuestionamientos en temas relacionados al periodo probatorio, la acumulación de licencias por vacaciones y enfermedad, la paga doble por horas extras y el día de descanso, así como nuevas definiciones de patronos con relación al pago del bono de navidad, entre otros.
Nuestro compromiso con la clase trabajadora del país es absoluto e incuestionable y lo hemos demostrado en la calle, marchando y apoyando sus reclamos de mejores beneficios, y, en la Asamblea Legislativa, sometiendo múltiples proyectos y resoluciones en beneficio de esta, incluyendo el PC 112 para restituir en su totalidad los derechos arrebatados en el pasado cuatrienio. Pero, por motivos de conciencia, no puedo apoyar una medida impuesta a la prisa y mediando mala fe por parte de los que en tantas veces le han fallado a los y las trabajadoras y en general al Pueblo de Puerto Rico.