En estos tiempos de crisis económica, todo lo que se venda, compre o haga tiene que lograr el efecto que se desea. No hay dinero para cosas que no funcionen. Por eso, los adjetivos “eficaz”, “eficiente” y “efectivo” han cobrado gran importancia. Aparecen en todos los anuncios, noticias y hasta mensajes de los gobernantes. Sin embargo, muy pocas veces los usan correctamente. Hoy te daré las claves para que los utilices siempre bien.
Los adjetivos “eficaz”, “eficiente” y “efectivo” significan prácticamente lo mismo: que produce el resultado que se espera. No obstante, cada una de estas palabras se usa en contextos distintos. Por ejemplo, el adjetivo “eficaz” debe usarse para referirse a cosas: “El jugo de china es eficaz en combatir las infecciones”; “El ejercicio es eficaz en prevenir enfermedades cardiacas”.
En cambio, para decir que una persona es competente, que cumple perfectamente su cometido, se recomienda la palabra “eficiente”: “Sara es una vendedora eficiente”; “El Gobierno cuenta con funcionarios eficientes”.
Por otra parte, el adjetivo “efectivo” tiene dos acepciones: “real o verdadero” (“El aumento efectivo en ventas fue del 20 %”) y “eficaz, capaz de lograr el efecto que se desea” (“Discutamos el método más efectivo contra la corrupción”). Sin embargo, con este último significado, se recomienda usar “eficaz”: “Discutamos el método más eficaz…”. No debe usarse “efectivo” para referirse a personas: “El dirigente fue efectivo”; debió ser “El dirigente fue eficiente”.
He aquí las claves para usar estos tres adjetivos correctamente. Recuerda que “eficaz” se usa para referirse a cosas y “eficiente” para describir a personas. El adjetivo “efectivo” se puede usar para referirse a cosas, pero es preferible utilizar “eficaz”, y nunca lo debes emplear para hablar de personas. Si sigues estos consejos, además de llegar a viejo, serás un redactor muy eficiente.