Mucho se ha analizado si, luego del resultado electoral del 2020, tanto el PNP como el PPD deben presentar seis candidatos por acumulación en cada cuerpo legislativo. La razón es que mientras más candidatos presente cada partido, cada candidato acumula votos en menos pueblos. Por ejemplo, el PIP históricamente ha postulado un solo candidato al Senado y uno a la Cámara de Representantes por acumulación. Al tener un solo candidato por cuerpo legislativo, ese candidato acumula en toda la isla, y por lo tanto aumenta la posibilidad de salir con la mayor cantidad de votos.
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Para las próximas elecciones, el PNP decidió mantenerse en seis candidatos por acumulación, mientras que el PPD decidió entrar solo cuatro, y esos cuatro acumularán en más pueblos que los seis del PNP, por lo que la matemática simple apunta a que el PPD puede casi garantizar la entrada de sus cuatros, contrario al PNP, que apuesta a que como es el partido más grande en términos de afiliados, pues puede entrar los seis.
En el 2012, el PNP logró entrar solo cuatro en Senado, en el 2016 entró los seis y en el 2020 entró cuatro. Ahora bien, la otra apuesta del PNP, debemos suponer, es que entren más legisladores por distrito y de esa manera fortalecer la posibilidad de controlar el Senado y Cámara.
Con la dinámica electoral de los últimos 15 años, al entrar nuevos movimientos, casi todos identificados con posturas de izquierda, y/o, anticapitalistas y/o independentistas, sumado al descontento con el PNP y el PPD, un sector del electorado ha encontrado alternativas en dichos movimientos de izquierda. La realidad es que esas nuevas figuras que han entrado a la legislatura no han logrado algo que impacte al pueblo, beneficiándolo. Al estar tan diluida la representación partidista, es complicado que se pongan de acuerdo porque las visiones son extremadamente opuestas. Así que mientras más diluyamos, más tranque habrá para echar adelante la isla.
Si aplicamos en el PPD y el PNP el análisis de que mientras más candidatos postulen, menos probabilidades tendrán de entrar por acumulación, lo mismo habría que aplicar a candidatos independientes o de partidos independentistas como el PIP y MVC.
Si tomamos la historia del PIP, cuando corrían solos contra el PPD y el PNP, en términos legislativos, eran los que más votos sacaban por acumulación. Miremos las últimas 8 elecciones.
En 1992, Rubén Berríos llegó número uno con cerca de 209,000 votos; y en el 1996, aunque también llegó en la primera posición, Berríos tuvo una pérdida de casi 50,000 votos, obtuvo 160,005. En el 2000 Fernando Martín alcanzó la primera posición con 217,390. Ha sido el que más votos del PIP ha obtenido en el período comprendido y hay que destacar que ese año fue el punto culminante de la salida de la Marina de Vieques, hablando electoralmente.
Para el 2004 María de Lourdes Santiago aspira por primera vez y llega númión Soberanista (MUS), el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) y el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR) postularon candidatos al Senado. María de Lourdes Santiago corrió por el PIP y llegó en la posición #4 con 138,167. Hubo 37,316 que votaron por candidatos del MUS, PPT, PPR y un candidato independiente.
En el 2016 José Vargas Vidot llega en la posición #1 con 157,781, mientras que Jero uno con 178,541 votos, pero el 2008 el PIP no pudo entrar ningún candidato a la legislatura. Santiago, que intentó revalidar, llegó al puesto número 13 con 90,171 votos. Hasta este momento, solo en el 1992 y el 1996 hubo un candidato independiente, el científico ambientalista Neftalí García, que pudo haber halado votos del PIP, pero la realidad es que no tuvo mucho efecto y Rubén Berríos se mantuvo en la primera posición.
Las elecciones 2012 son las primeras, en tiempos modernos, donde surge una pluralidad de partidos y candidatos independientes que cambiaron el escenario. Juan Dalmau llegó en tercer lugar por el PIP con 130,583. El PPT obtuvo cerca de 10,000.
Finalmente, en las elecciones 2020, María de Lourdes Santiago repite en la posición número uno con 136,670, Joan Rodriguez Veve número dos con 88,716, y José Vargas Vidot número siete con 69,810, perdiendo alrededor de 56% de respaldo de una elección a otra. Por su parte, MVC entró dos senadores: Ana Irma Rivera Lassén en la posición número ocho con 68,760 y Rafael Bernabe en la número nuevo con 64,309.
Esa radiografía de las últimas tres elecciones revela que el PIP tiene un electorado bastante fiel, aunque ha perdido terreno, pero si se fijan, de esos sectores de izquierda, de Santiago con 136,000 votos el próximo de ese cloud es Vargas Vidot con cerca de 69,000, Rivera Lassén con 69,000 y Bernabe con alrededor de 64,000. Santiago entró sólida, mientras esos últimos tres estuvieron a menos de 8,700 votos para no pasar, y acumulando en muchos más pueblos que los candidatos del PNP y del PPD.
¿Qué quiero plantear? Que como le ocurre a la Palma y la Pava, mientras más candidatos que pesquen de la misma quebrada aspiren, más diluye. Hace unos días anunció y radicó para el Senado por acumulación, Eliezer Molina. ¿De cuál quebrada creen ustedes que más guábaras pueda pescar? ¿De los sectores de centro y derecha o de izquierda? Recuerde que en las candidaturas por acumulación usted puede votar solo por un candidato y un voto, por ejemplo, por Bernabe, le resta a Santiago, a Vargas Vidot y Molina; y a la inversa. Igual pasará con Elizabeth Torres sobre candidatos del PNP y Proyecto Dignidad, que es de donde ella, principalmente, pescará.
Sin duda estas elecciones prometen mucho análisis, y sobre todo, como el pájaro se conoce por la… dependiendo quiénes salgan electos, podríamos tener un circo más “entretenido” en la legislatura, y como aquí el entretenimiento es lo que cuenta, pues lamentablemente podría ser a costa de que el gobierno se tranque y vayamos para atrás, nadando como una guábara.