Opinión

El país que merecemos

Lee aquí la columna del representante del Partido Independentista Puertorriqueño.

Ha llegado la época navideña, tiempo de compartir en familia, de intercambio de regalos, de reflexionar sobre el presente y el futuro. Un nuevo año se avecina, año de mucha discusión pública y eventos electorales, de búsquedas de nuevas alternativas y esperanza para el país. Es tiempo de desear lo mejor, pero también de trabajar y luchar para ello.

Recientemente en la Asamblea General del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), expresé un conjunto de ideas y propuestas para nuestro país, que son necesarias para reconstruir esta sociedad. Las comparto en este espacio, y reafirmo la necesidad y urgencia de estas:

Primero, iniciar un verdadero proceso de descolonización, que permitirá la expulsión de la terrible Junta de Control Fiscal y obtener los poderes necesarios de la independencia para la gran transformación socioeconómica.

La esperanza se hará realidad con un gobierno limpio, sin corrupción. Con acceso al derecho a la salud. Con una verdadera educación pública de excelencia. Que la Universidad de Puerto Rico (UPR) y sus 11 recintos cuenten con los recursos necesarios para garantizar su acceso a nuestro pueblo.

Con un detente a la violencia en contra de la niñez. Con justicia y equidad para que todas y todos amemos y nos unamos con quien queramos sin sufrir discrimen.

También, mediante la preservación, promoción y desarrollo de nuestro patrimonio cultural en todas sus formas y manifestaciones.

Además, ser ejemplo de protección contra el cambio climático, y en defensa de nuestras costas y recursos naturales. Crear una red de micro redes de energía renovable y eliminar la privatización de corporaciones públicas.

Proteger los derechos de los empleados públicos, sus salarios y sistema de retiro. Brindar los más amplios derechos a la clase trabajadora.

La protección y trato digno a nuestros adultos mayores, desarrollar una agricultura sustentable, vivienda accesible y empleos y oportunidades para nuestra juventud, para que no tengan que irse. El impulso a nuestra economía, el cooperativismo y apoyo a nuestros comerciantes y empresarios... Todo en busca de un desarrollo económico con justicia social y transparencia.

Así, convertimos el triunfo de la esperanza en una realidad con equidad, justicia social, solidaridad, amor y alegría. Es la construcción de una nueva sociedad para todos los que habitamos en esta patria y que merecemos un mejor país.

Más columnas de Denis Márquez:

Síguenos en Google News:Google News

Lo Último