Un día como hoy, hace seis años, Puerto Rico comenzaba a ver su historia cambiar. En una mañana como la de este día, el huracán María entraba a nuestras islas por el municipio de Yabucoa. Todos pensábamos que seria duro y que en un tiempo razonable volveríamos a la normalidad. Pero la combinación del azote sin precedentes del ciclón y nuestra débil infraestructura, la convirtió en la tormenta perfecta para nuestro futuro. Durante la tarde, noche y madrugada del 21 de septiembre teníamos la furia de Maria encima de nosotros.
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El amanecer del día siguiente fue inesperado y totalmente distinto. Yo vi ese amanecer. Fue una imagen que nunca se me olvidará. Tras la noche que jamás querremos repetir, subí al techo de mi casa para comenzar el desagüe y ver los daños, pero me encontré con un horizonte distinto. La luz del día era de otro color. La deforestación me permitía ver mucho más allá de lo que usualmente podía contemplar, pero en esta ocasión para “apreciar” el desastre. Supe que no seriamos los mismos de ahora en adelante, al menos en dos o tres generaciones.
Después de los primeros días o semanas de atender el caos inmediato, comenzó un proceso lento de reconstrucción que aun se desarrolla, para algunos visible, pero para la mayoría aun se trata de una ilusión óptica.
Mientras comenzaba en aquella época el proceso de levantar al país, se generaban grandes conversaciones públicas sobre la forma en la que debíamos reconstruirnos para no caer en el mismo error, estando nosotros en una posición geográfica que irremediablemente nos expondría a otros ciclones como Maria en el futuro. Ojalá no, pero es la realidad.
¿Se acuerdan de lo que hablábamos? Hablábamos de reconstruir una infraestructura mas robusta, de relocalizar comunidades, de aprovechar la triste coyuntura para reorganizar los barrios para exponernos menos a las inundaciones, de construir un sistema eléctrico fuerte y de utilizar el momento para levantar una nueva economía duradera.
A seis años del huracán, ¿Cuáles de estos objetivos hemos cumplido, estamos en vías de cumplir o hemos comenzado a cumplir? Ninguno. Tan siquiera en lo que tiene que ver con nuestro sistema eléctrico, porque aunque se cacarea casi a diario, es un trabajo que no se ve aun. Algunas carreteras se ven en mejores condiciones, pero nada que no hubiésemos tenido que hacer como parte de un trabajo periódico de repavimentación y mantenimiento.
Quizás la infraestructura de Puerto Rico estaba ya bien chavá y por eso no vemos la enorme reconstrucción de la que se habla. No dudo que se esté usando bien el dinero, pero nos queda mucho camino por recorrer. De hecho, ya se nos ha dicho que la reconstrucción de Puerto Rico tomará más de diez años, pues es la más grande y compleja que FEMA ha tenido que manejar en su historia. Más grande que Katrina en Nueva Orleans en el 2005, me decía anoche un oficial de esa agencia federal.
Sin embargo, sospecho que aquellas grandes conversaciones que tuvimos como país hace seis anos quedaron en el olvido y estamos reconstruyendo, en términos generales, el mismo Puerto Rico vulnerable que teníamos el 18 de septiembre del 2017, un día antes del paso de María. Claro, tenemos un nuevo Código de Construcción -que esperemos se esté cumpliendo- y una promesa de que algún día tendremos un sistema energético fuerte. Por lo demás, que Dios nos coja confesa ‘os cuando llegue el próximo ciclón. Ojalá me equivoque, la infraestructura resista y me desmienta. Ojalá.