Soy de la generación de Menudo… ¡sí!, de los millones de adolescentes que suspirábamos al tan solo escucharlos. La ‘Menuditis’ fue contagiosa y ninguna de los ´fans´ deseábamos la cura. Menudo, en los años 80´y 90´, fue un grupo al que se consideraba ‘ídolos de la generación’. Los conocedores de la historia en esta industria dicen que Menudo provocaba el mismo nivel de ‘histeria’ que provocaron los Beatles y catalogan a Menudo como el primer grupo de niños (boys band) latinos que hizo historia, en fin, eran el estandarte de los puertorriqueños. Todos los puertorriqueños mostrábamos orgullo por Menudo, eso no ha cambiado, pero hoy el orgullo que sentimos por aquellos adolescentes, que ya son hombres, nos dicta excluir de esa emoción a Edgardo Díaz.
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Muchas veces tuvimos ante nosotros rumores y hasta serias denuncias públicas, de la boca misma de quienes estuvieron en el círculo íntimo de quienes manejaban el grupo, incluyendo a algunos de los ex-Menudos, sobre conductas inmorales, abusivas y hasta catalogadas como delitos serios bajo nuestro ordenamiento jurídico. Nadie los tomó en serio, ni tan siquiera se inició investigación alguna por parte del sistema de justicia, ello a pesar de eran menores de edad. Hubo denuncias sobre que Edgardo Díaz estaba protegido - hoy pienso que lo sigue estando -, por el sistema mismo, ello por el poder que le otorgaba los millones de dólares que gano a costa del trabajo de menores de edad y por el ‘respeto’ que se le tenía por haber creado un concepto musical tan brutalmente exitoso, el cual lo llevó a realizar giras por todo Latinoamérica, Estados Unidos, Europa, hasta Filipinas y Japón. El mundo estaba a sus pies.
Hoy ha quedado al descubierto como algunos de los Menudos fueron abusados física y emocionalmente, agredidos sexualmente y todavía más, se ha denunciado desde, al menos, el 2020, como sometió de manera brutal a Roy Rosello a abuso sexual, emocional y físico. Quien no haya visto el documental en el cual Roy Rosello habla y denuncia los actos de Edgardo Díaz, lo invito a hacerlo de inmediato, en especial a los millones de adolescentes que fueron fans y que sufrieron de la dulce y encantadora ‘Menuditis’. Verán y escucharán a Roy Rosello, lo verán sin aquella mirada y sonrisa brillante, verán a un hombre sencillo, humilde, procesado por experiencias horribles, quien evidentemente camina a la sombre de Dios. Al verlo notarán [porque eso se puede notar] que no busca ni fama [adicional a la que obtuvo en Menudo y que pago con dolor] ni dinero. Eso sí, advertidos quedan de que sus emociones serán trastocadas al escucharlo. Verán a nuestro Roy hablar valientemente, empoderado por su Fe en Dios y con la esperanza que se deposita en la justicia terrenal y celestial, lo verán llorar de dolor, de intenso dolor… Lo verán descomponerse emocionalmente y mostrar la vulnerabilidad que le provocaron los terribles momentos que vivió, al denunciar finalmente como Edgardo Díaz lo destruyó, cuando apenas era un niño, con sus actos morbosos y criminales. Todavía más terrible, escucharan como Edgardo Díaz – cual proxeneta profesional – lo entrega a otro pedófilo (el padre de los hermanos Menéndez - también le creí en su momento a los hermanos Menéndez) una noche, ello en la búsqueda de firmar un contrato de 30 millones con una de las disqueras más poderosas de aquel momento. Encima de toda esa conducta atroz, posterior a cada acto inmoral, morboso y criminal hacia Roy Rosello, él relata como Edgardo Diaz minimizaba y normalizaba lo que había sucedido…'eso no es nada’. Escuchar a Roy Rosello decir que, solo ‘toma una vez para matar el alma de un niño’, fue doloroso… perturbador, me pregunté varias veces… ¿cómo fue posible?
Roy Rosello, ¡yo te creo! Verte de nuevo me alegró, ver video clips y fotos del grupo me retrotrajo a aquellos momentos mágicos y también me estrujo el corazón al escuchar lo que sucedía luego de que acabara el espectáculo. Mientras te escuchaba hablar, ¡no dude en ningún momento que dices la verdad, tu proyección, las emociones que ahogaban tus palabras y tu lenguaje corporal es de alguien que cuenta la verdad! …. Te felicito por tener la fortaleza de carácter al haber hablado y denunciado a Edgardo Diaz de manera pública. Tu nunca fuiste culpable de lo que te sucedió, nunca fuiste responsable de las conductas aberradas de tu victimario, nunca la vergüenza que sentiste por tres décadas o más, fue producto de tus acciones. ¡Eras un niño, un adolescente con talento musical y deportivo extraordinario, a quién hechizaron con los humos de la fama y dinero y te convirtieron en objeto sexual!... Lo único que siento por tí Roy, es orgullo, orgullo de que finalmente hayas podido salir de la confusión y dolor en la que te ahogó tu victimario, que hayas podido sanar esas heridas tan profundas, lo suficiente como para decir ‘te llego tu hora’. Yo estoy dispuesta a liderear un grupo de tus mismas fans – como lo viviste en Menudo - que te ofrezca apoyo, que te siga en la búsqueda de justicia para ti, para los otros Menudos agredidos, los que han hablado y para los que también no se han atrevido a hablar. #JusticiaParaRoyRosello
A los millones de fans de Menudo, les hago un llamado a la solidaridad y a mostrar el mismo apoyo que hace treinta y tantos años les mostramos a este grupo de adolescente. Hoy nos toca alinearnos detrás de Roy Rosello y decirle que nuestra voz será el eco de la suya, en el difícil camino de la búsqueda de la justicia, sí, porque hay veces que lograr justicia es tan doloroso como lo que provocó la búsqueda de ese valor. Aquellos que vieron y fueron testigos, tienen la responsabilidad inherente de hablar y apoyarle. Deben hablar por Roy, por ellos mismos y por todos los menores que hoy tienen un victimario que se aprovecha de su inocencia y vulnerabilidad. ‘Cerrar el capítulo’, tal y como Roy dice en el documental, es un llamado a que se haga justicia, a que se procese a un victimario cruel y que ha disfrutado del beneficio de no quedar expuesto a la luz, pues el miedo, vergüenza y confusión en la que queda la víctima y que le impide hablar. Esto no puede pasarse por alto otra vez.
Les invito ahora a apoyar a Roy Rosello, para que en la búsqueda de justicia se provoque una nueva gira internacional para Edgardo Díaz, que sea ésa la última gira que viva el creador de Menudo. Tenemos que apoyar a Roy Rosello para que se lleve a Edgardo Díaz ‘de gira’ por todos los escenarios y lugares en los que Menudo se presentó, y en los que cometió actos de abuso sexual, físico y emocional contra él, pues sabido es que quien tiene la autoridad para investigar y procesar criminalmente a un victimario, es la jurisdicción en las que las acciones tipificadas como delito, fueron cometidas y tuvieron su efecto. Edgardo Díaz tiene que dar la cara, y ante la justicia ejercitar todos los derechos que le asistan e interponer las defensas que tenga –. En cada jurisdicción en la que Edgardo Díaz agredió sexual, emocional y físicamente a Roy y a otros, existen leyes que penalizan estas conductas contra menores y este tipo de delitos no prescriben. Debemos apoyar a Roy Rosello, es lo que nuestra conciencia individual y colectiva manda, que realice su gira en búsqueda de la justicia y que lleve a su victimario a la gira final que le corresponde. Por Roy Rosello y por los que no han podido hablar todavía, pues el abismo en que fueron sumidos no se los ha permitido todavía… ¡recordemos los efectos del movimiento #MeToo! Yo y millones más, queremos ser testigos de la última gira de Edgardo Díaz.
La opinión expresada en este escrito corresponde a su autora, no representa la opinión del periódico Metro.