La casa del papa León XIV: de inmueble familiar a posible centro de peregrinación en EE. UU.

Cientos de turistas visitan la casa donde creció Robert Prevost, hoy conocido como León XIV

A 30 kilómetros del centro de Chicago, en el suburbio de Dolton, Illinois, un pequeño inmueble color beige ha cobrado un nuevo significado. Ubicada sobre East 141st Place, esta casa común y corriente es el lugar donde creció Robert Prevost, hoy conocido como su santidad León XIV, el primer papa nacido en Estados Unidos. Desde su elección al frente de la Iglesia católica, lo que antes era un domicilio privado se ha transformado en un punto de encuentro para peregrinos, vecinos curiosos, turistas e incluso agentes inmobiliarios que ven en la propiedad algo más que una simple venta: un símbolo espiritual, político y económico.

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De casa humilde a fenómeno internacional

La historia del papa León XIV ha capturado la atención mundial no solo por su papel como líder espiritual, sino también por sus raíces modestas. Robert Prevost vivió en Dolton durante su infancia y adolescencia, sirviendo como monaguillo en la iglesia de Santa María de la Asunción, hoy cerrada, pero aún recordada con cariño por quienes lo conocieron. El vecindario, marcado por la diversidad y la historia obrera del sur de Chicago, ha sido testigo del ascenso de uno de los suyos al trono de San Pedro.

“Desde que el papa fue elegido, vienen cada semana. Gente de todo el país. Yo les doy agua, les platico. Me dicen que solo quieren ver dónde empezó todo”, cuenta Donna Sagna, vecina que vive justo frente a la casa.

Una propiedad que ya no es solo una propiedad

En mayo de 2025, la propiedad fue anunciada para subasta pública con un precio base de 250 mil dólares, muy por encima de los 58 mil dólares que los padres de Prevost pagaron cuando se mudaron allí en los años noventa. La noticia corrió como pólvora. Lo que inicialmente parecía una venta inmobiliaria más, pronto se convirtió en un fenómeno.

Un agente inmobiliario que visitó Dolton lo resumió así: “Yo vendí esa casa cuando los Prevost se mudaron. Nunca imaginé que volvería a manejarla. Hoy no es una propiedad, es un símbolo.”

La subasta estaba programada para concluir el 18 de junio, pero debido al creciente interés y las visitas que comenzaron a llegar de todos los rincones del país e incluso del extranjero, la fecha se extendió hasta el 17 de julio.

Turismo espiritual en un barrio obrero

Dolton, un suburbio tradicionalmente modesto, ha experimentado una transformación inesperada. Familias enteras han llegado al vecindario no solo para ver la casa, sino para caminar las mismas calles que alguna vez recorrió el ahora pontífice. A solo unas cuadras de la vivienda está la antigua iglesia de Santa María de la Asunción, y justo enfrente, la funeraria Higgins, donde Robert solía saludar al padre del actual propietario.

“Él venía por aquí, siempre saludaba a mi padre. Hoy es el papa, y esta calle es distinta. La quieren convertir en ruta espiritual”, explicó el actual dueño de la funeraria.

Para muchos creyentes, visitar el barrio equivale a hacer un viaje espiritual a los orígenes del líder de la Iglesia. Una turista de Virginia, Amilia Branning, dijo que aunque originalmente su viaje era por vacaciones familiares, la elección papal cambió sus planes: “Nosotros vinimos a Chicago por vacaciones, pero cuando supimos que aquí nació el papa, teníamos que venir”.

¿Expropiación municipal o museo papal?

La fiebre por la casa no solo ha aumentado el interés inmobiliario y turístico. Las autoridades locales ya analizan declararla patrimonio histórico local y existe una propuesta en firme: expropiar la propiedad para construir un museo dedicado al papa León XIV. El Ayuntamiento de Dolton ha convocado mesas de trabajo con líderes comunitarios, desarrolladores urbanos y la diócesis local para explorar esta posibilidad.

De concretarse, este museo no solo preservaría la memoria del pontífice, sino que podría convertirse en un motor económico para una zona que por años ha luchado contra el abandono y la pérdida de empleos. La idea es que sea parte de una ruta espiritual que incluiría la iglesia, la funeraria y otros puntos relacionados con la infancia del papa.

Accesible pero simbólica

Llegar a la casa no es complicado. Desde el centro de Chicago, basta con tomar el metro hasta Riverdale por solo 3.70 dólares y luego caminar aproximadamente 40 minutos. Muchos visitantes lo consideran un pequeño peregrinaje, no solo físico sino también emocional.

El lugar es sencillo, sin lujos, y sin embargo, quienes lo visitan hablan de una paz especial. Algunos vecinos han comenzado a ofrecer café, agua o incluso pequeños recorridos informales. Hay quien ya propone establecer una capilla conmemorativa en el lugar.

Dolton y el futuro del turismo religioso en EE. UU.

En un país donde el catolicismo ha sido históricamente una minoría frente a otras denominaciones cristianas, la figura de un papa estadounidense ha generado una ola de entusiasmo sin precedentes. La posibilidad de tener un sitio de peregrinación católica en suelo estadounidense ha capturado la atención de medios internacionales, asociaciones religiosas, e incluso inversionistas.

Dolton podría convertirse en el nuevo epicentro espiritual de América, un destino que combine fe, historia, comunidad y hasta oportunidades de desarrollo económico local.

Una historia que apenas comienza

Mientras la fecha de la subasta se acerca y crecen las expectativas sobre una eventual compra por parte de la municipalidad, la casa del papa León XIV sigue recibiendo visitas. Algunas personas llegan con estampas religiosas, otras simplemente quieren tomarse una foto. Pero todas coinciden en algo: no es cualquier casa.

Para muchos, este rincón sencillo de Illinois representa el inicio de una historia que ha conmovido al mundo. Y aunque el futuro de la propiedad aún no está decidido, ya se ha convertido en algo mucho más poderoso que un bien inmueble: un símbolo de esperanza, fe y orgullo comunitario.

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