Los servicios de salud mental disponibles para los veteranos en el VA Caribbean Healthcare System corren riesgo tras una presunta reestructuración organizacional que consolida clínicas que atienden a miles de pacientes y cierra programas terapéuticos holísticos, entre otras movidas.
Desde el portón principal del Hospital de Veteranos, un grupo de veteranos denunciaron que los cambios instaron a que nueve empleados —psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales— en clínicas especializadas, como una que trata el trastorno de estrés postraumático, conocida por sus siglas en inglés como PCT, sean redirigidos al Programa Interdisciplinario de Salud Conductual o al Departamento de Higiene Mental.
Jorge Pedroza Rodríguez, presidente del capítulo de Puerto Rico del Vietnam Veterans of America, planteó que esas secciones atienden otros miles pacientes, lo que atrasaría el acceso a servicios. Estimó también que hay apenas 63 psiquiatras para atender casi 30,000 pacientes que buscan atención clínica mental, de aproximadamente 80,000 en total.
“La administración de Veteranos ha abandonado la parte de la salud mental de los veteranos en Puerto Rico. Lo ha abandonado prácticamente total”, declaró el militar jubilado.
El líder denunció que intentó comunicarse con la oficial de Asuntos Públicos, pero no pudo reunirse con ella. “Quiere eso decir que ella no le interesa hablar sobre asuntos de salud mental, y ese es el problema más grande que tiene este hospital, la salud mental, más que cirugías, más que dental, es la salud mental de los veteranos de Puerto Rico la que está en juego en el día de hoy”, recalcó.
Unas declaraciones escritas del hospital, difundidas por la red social Facebook, niegan los cambios. “La clínica de PTSD se mantiene completamente operacional y no hay planes para acortar ningún servicio de salud mental para veteranos”, lee la publicación.
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Una de las manifestantes, Elizabeth Martínez González, quien se identificó como paciente de la clínica de PTSD, compartió que puede tomar entre tres a seis meses para que le asignen una fecha para cita médica, así como retrasos en la entrega de medicamentos, lo que le arriesga su adherencia.
“Hay veces que a mí se tardan más de 45 días en llegarme los medicamentos, y vuelvo y recaigo. Tengo que venir a hospitalizarme, tengo que venir a buscar terapia, tengo que sentarme con alguien a hablar. Y si voy a esperar tres meses para una cita, tengo que ir a PIC, que es una clínica que tenemos aquí, como si fuera emergencia, pero de salud mental”, sostuvo.
El procurador de los Veteranos, el licenciado Agustín Montañez Allman, quien estuvo presente en la manifestación y que luego se reuniría con la administración, dijo que identificó lagunas en una comunicación emitida el 30 de mayo por el hospital sobre los servicios.
“La carta no dice que va a eliminar el servicio, pero obviamente hay una reorganización administrativa de la estructura que da ese servicio, pues queremos saber en qué consiste eso y cómo se va a afectar la clínica de PTSD”, aseguró el licenciado.
Otras denuncias presentadas por el grupo incluyen el cierre de la Clínica de Salud Mental del Community Based Outpatient Clinic (CBOC) en Guayama, que llevaba 14 años en función y atendía alrededor de 500 veteranos, que tendrán que ser reubicados a Mayagüez, Ponce o San Juan; el procurador dijo que supo del cierre cuando llegó a la protesta.
También reclamaron el cese del programa de música Son de Veteranos, que ocurrió el 6 de junio, en el que participaban pacientes referidos por psicólogos o psiquiatras como terapia para aliviar síntomas de PTSD, entre otros diagnósticos mentales.
Pedroza Rodríguez enfatizó que Puerto Rico “ha dado más veteranos que 27 estados de la nación americana”, pero no buscan mayor asignación de recursos que los otros estados, sino la atención que requieren.
Joaquín A. Rosado Lebrón cubre salud para Metro Puerto Rico a través del programa Report for America.