El número de estadounidenses que solicitaron el seguro por desempleo disminuyó la semana pasada, al tiempo que el mercado laboral se mantiene fuerte pese a cierta debilidad en otras partes de la economía.
Las solicitudes del seguro por desempleo para la semana que terminó el 22 de abril cayeron 16.000 para ubicarse en 230.000, informó el Departamento de Trabajo el jueves.
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El promedio móvil de cuatro semanas —que suaviza las fluctuaciones semanales— cayó en 6.000 a 236.000. A principios de año, las solicitudes semanales rondaban las 200.000 y han aumentado gradualmente.
En total, 1,86 millones de personas recibieron las prestaciones por desempleo en la semana que terminó el 15 de abril, 3.000 menos que la semana anterior.
Las cifras semanales son un reflejo de los despidos y siguen mostrando que los trabajadores estadounidenses disfrutan de una seguridad laboral inusual a pesar del aumento de las tasas de interés, la incertidumbre económica y los temores de una recesión inminente.
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El mercado laboral de Estados Unidos se ha mantenido saludable pese a otros puntos débiles de la economía a nivel nacional. Con una tasa de 3,5% el mes pasado, el desempleo estuvo un poco por encima del mínimo de medio siglo de enero de 3,4%. Los empleadores agregaron 236.000 puestos de trabajo en marzo, por debajo de los 472.000 de enero y los 326.000 de febrero, un dato que sigue siendo sólido de acuerdo con los estándares históricos.
A los responsables de la política monetaria en la Reserva Federal les preocupa que un mercado laboral ajustado presione los salarios y los precios en general. La Fed ha incrementado nueve veces su principal tasa de interés poco más de un año. La inflación ha bajado desde que llegó a máximos de cuatro décadas el año pasado. Pero la tasa de inflación interanual de 5% registrada en marzo se mantuvo muy por encima del objetivo del 2% del banco central.
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La Fed espera lograr el llamado aterrizaje suave —reducir el crecimiento apenas lo suficiente como para controlar la inflación sin causar una recesión. Los economistas se muestran escépticos y muchos esperan que Estados Unidos entre en recesión a finales de este año.
El jueves, el Departamento de Comercio informó que la economía estadounidense se desaceleró marcadamente de enero a marzo, bajando a un ritmo anual de solo 1,1% mientras que tasas de interés más altas azotaron el mercado de la vivienda y las empresas redujeron sus inventarios.